Complejo Nº 3: de Empédocles y Eróstrato (son casi la misma miasma, por eso se combinan acá)


de Empédocles.
El nombre corresponde a un filósofo griego del siglo V que se precipitó al cráter del volcán Etna para hacerse famoso por su suicidio. El complejo designa la compulsión al suicidio por realzar el propio equilibrio autoestimativo quebrantado apareciendo como un "héroe" ante sí y los demás. 
Este complejo se asocia a la teoría del magnicidio que pueda tener cualquier dirigente. También a cientos de periodistas y dirigentes que dicen “cuando hable, seguro me van a tener amenazados y me van a querer dar chicharrón para matarme…del colesterol”. 
En otro ámbito están aquellos chicos y chicas que agarran una patineta y se lanzan contra un tubo buscando dejar bola, tetas y dientes en el mismo, más la masa craneal y huesos en el piso, sin considerar que sus padres no están en el deber de mantener a ningún traumatólogo o cirujano cerebral. 
Están luego los que hacen caballito en sus “taras” (motos) teniendo a su novia de parrillera (acompañante) y luego se dicen “siento la moto más ligera ahora”, comentario echo sin ser oídos ya que su pareja rueda por el piso aún 100 metros atrás. 
Los que hacen piques en calles por las noches, que protestan cuando algún parroquiano les abolla el parachoques con su cuerpo al llevárselos por el medio. 
Quienes compiten de beber toda una noche sin tener plata; quienes enfrentan a un policía o militar aún teniendo razón, aquellos que no van al médico por una pelotita en la nuca y dicen “yo me la curo explotándomela con esta agujita”. Todos esos y más casos, son suicidas de primera. 
Y quienes ven naves espaciales y para subir a ellas se le tiran a los trenes del Metro, sin saber que el boleto que allí venden no funciona en naves espaciales.

de Eróstrato.
Según la leyenda, Eróstrato incendió el templo de Diana, en Éfeso, para pasar a la posteridad, ya que no tenía ningún mérito para conseguir fama. Forma peculiar el complejo de inferioridad de gran incidencia criminógena. No importan los medios con tal de distinguirse, sobresalir, que se hable de uno. 
Declaración frecuente en los cuarteles de policía :"Lo hice porque quería salir en los medios". Haebig, el asesino de la calle Dardignac, ejemplifica el complejo. 
Este complejo lo poseen muchos aquellos que salen con el circo de declaraciones para ocupar el centimetraje que nunca en su vida política obtuvieron, cubriendo las apariencias o encubriendo algún otro caso de mayor importancia. 
De allí se desprenden declaraciones disparatadas que son las que nutren los programas de opinión o uno que otro blog (este no, acá decimos nuestros propios disparates verdaderos, sin copias ni cubriendo nuestros planes de una Venezuela llena de gente con Libre Albedrío). 
Ejemplo el del exdiputado criollo y autóctono del estado Cojedes en la Asamblea Nacional, el paisanito Jhonny Owen Moleiro (si, ja, ja,*, criollo como la arepa de caviar y faisán), que le abrió una averiguación a Adriana Azzi porque sus horóscopos atentaban contra el presidente, al decir que tenía el Urano Retrogrado, a lo que el diputado interpretó que el Presidente según ella, tenía un ano de troglodita. 
O la predicción de que el presidente se le vería teñido en rojo, interpretando esta lumbrera de asambleísta que estaría bañado en sangre, cuando lo que se va a poner el Presi es un pantalón rojo que le haga juego con la camisa, acompañado de unas antenitas de vinil y un chipote chillón. 
Otro que quiere aparecer en las primeras planas y abre la boca sin decir lo que sabe, es el Padre Palmar, que del gobierno pasó a la oposición, parecida a la del difunto Tascón. 
El mismo aparece declarando y no dice lo que sabe, similar a Piñerua que no dijo quienes eran los que estaban en su lista de corruptos. 
En el mundo, otro que abre la boca y es para decir todo lo que atente contra la moral, cayendo él de primero (¿?) es Jaime Baily, quien no deja de atacar al que sea que vea en un reflejo, lo que nos hace entender que en su casa al verse en un espejo, se flagela con un látigo sado que de seguro, le regalaron sus fans.

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