HACEN FALTA MÁS BUEN@S SELENITAS

Mi abuela querida. Tardé 12 años en poder llorar tu muerte, pues siempre me motivaste e impulsaste a sonreír y no me permitías el dolor. Gracias.

A propósito del Día Internacional de la Mujer. Si se te dice loco, loquito, locote (mosca pues), locadio, piazo e’ loco, rolo ‘e loco y viene acompañado de una sonrisa o de una risa escrita, puedes decir que estás haciendo las cosas bien, ya que estás loco pero lo suficientemente cuerdo para saber que no estás tan loco, sólo estás llevando mensajes etiquetados de locura en forma digestiva, inusual y con empatía. Lo sé, por estos escritos con mucho cariño se me ha tratado así. El día que decidí realizar este blog, fue parte de ese compromiso, mismo que ha crecido ahora con Factbook, triond, predicado y bepo, portales Web que me han permitido mostrar mi trabajo, como no lo permiten los diarios o revistas por el hecho de que me tendrían que pagar para poder mantener al pobre hijo único de los padres míos. Y hay tantos temas a los cuales enfrascarse y siempre sale el de la política partidista, lo que ya de por sí me cansa. Por ello me quiero ocupar más en estar con la gente, así también me siento en un lugar en el mundo y muy cierto que cualquier ápice de soledad se me ha quitado. Razón tenía Roberto Carlos, “yo quiero tener un millón de amigos”. Espero de todo corazón conservarles siempre y pedirles 5 bolívares fuertes a cada uno/una. Eso me hará feliz y ¿quién me va a cobrar luego esa pírrica cantidad?. Más las amistades no son sólo dinero. Es compartir con ellas y decirles lo que deben escuchar o leer, como amigo que somos, no ser complacientes en decirles lo que desean leer/escuchar, ya que esa ayuda sabe a avena con aceitunas y trocitos de chicharrón. En especial están las mujeres, quienes siempre comparten contigo sus sentimientos y me han puesto a pensar con sus comentarios, que hacen falta más buen@s selenitas. Sí, selenitas, ya que quienes tienen empatía, sentimientos, respeto para con la mujer, son extraterrestres. Y me parece que vivir en La Luna no es sólo andar en babia, es estar en un lugar que a simple vista puedes ver, admirar, inspirarte, extasiarte, componer, iluminarte, crear horóscopos o predicciones; es ver a una compañera o compañero, como quieran verle, cercano y lejano a la vez, pero siempre fiel, pase lo que pase. L@s selenitas en La Tierra son cada vez menos; creo que una especie que no se extingue, sólo se hace parte de la globalización y de las costumbres malas que siempre quedan per saecula saecolurom. Como la del machismo, la indiferencia, el feminismo defensivo y el responder las ideas atacando con los proyectiles del reconcomio en cualquiera de sus manifestaciones, verbales o en ademanes. La mujer es la más afectada o al menos la que sabemos. Dice un viejo chiste que las mujeres confiesan sus pesares entre amigas o a los curas y los hombres a las cervezas y las mesoneras (actualmente, anfitrionas, lo mismo que decir antes payaso y ahora es especialista en animación y recreación de fiestas y/o eventos infantiles). Hay hombres que sufren cuando tienen esos sentimientos y lo sabemos cuando ya tiene la llorona encima; hasta los más fuertes se resquebrajan y es cuando las mujeres les responden con un “tarde piaste pajarito”. Con esto quiero decir que hacen falta buenos selenitas de ambos lados, pero hay que rescatar el caballerismo y el arte de ser una dama -este último tiene una existencia porcentualmente mucho mayor que lo anterior, así que lo doy por salvado, sólo hay que cuidarlo y acrecentarlo-. Me preocupo cada vez que las mujeres comentan que los hombres son unos perros, son todos iguales, son limitados, son casados y busca bollo por fuera ó tienen una bujía enchumbada. De ellas he aprendido que juntarme con hombres mucho, no es bueno, por eso prefiero juntarme con mujeres, nada de aquello que nos indicaban de niños “los nenes con los nenes y las nenas con las nenas”, usted hace eso ahora sin control y va a terminar criando bebés probetas con el marido de su hijo ó tener una yerna casada con su hija, la que de pequeña se viste como un camionero de constructora. Hay mujeres que no son comprendidas en lo que hacen. Cuando hice una serie de entrevistas a las damas de compañía (vulgarmente eso que se les ocurrió), no imaginan las razones tan amplias para ello; es más que la ignorancia ó el ser frívolas; ejemplos pequeños: una por que su hijo nació con un riñón malo y el marido se le fue; otra para cuidar a su marido; otra para culminar estudios de ingeniería; otra porque en su tierra no hay oportunidades y aceptó lo que rezaba un aviso clasificado (de chulos oportunitas). Algunas de ellas consiguieron salirse de se mundo y con mucho pesar aprender a ver a su familia con la cara tan lavada como decía Kiara; otras simplemente siguieron por que los empleos convencionales no dan tanto como eso; otras, un tigrito de fin de semana, pa’ la casita o porque su marido no tiene el mismo tamaño de chaparro que algunos ex-clientes. Ahora pregunto ¿son menos mujeres por eso? No, sólo están pagando un karma. Yo recuerdo que un Cyber al cual iba, por ser cómodo y barato, sin niños jugando counter strike o roqueritos atendiendo con música a todo volumen, veía páginas porno. Sí, las veía para aprender, algo que me casi me costó una amistad porque yo me pasaba viendo eso, menos mal que ahora está en mis contactos de Facebook; es difícil aceptar que un hombre vea eso para cuestiones educativas, más yo lo hacía. No imaginan la cantidad de venezolanas que participan en películas porno en USA, con la promesa de dinero suficiente para cancelar la Green Card. Y muchas latinas más. Les diría la página, pero les va a revolver el estomago.

Otra cosa. Hay mujeres que son tratadas como de cría y ordeño. Ejemplo mi abuela -en la foto-. Ella crió 11 hijos planchando ajeno, más a mi abuelo que era un comodito hasta que no se pudo parar más de la cama por artritis. E igual le salieron buenos hijos, con carácter y dedicación a pesar de las limitaciones de estudio. Ese es el norte. Enseñarles a amar y valorar lo que tienen, respetando qué serán. Y eso lo hace de usual la mujer, siendo o no madre. Respetar, valorar y sentir. ¿Nos cuesta tanto a los hombres ello? Recuerdo mucho a mi abuela. Ella siempre decía “este año me muero” y nada. El año que no lo dijo, chupulún, se fue y ni despedirme pude. Eso me enseñó que hay que decir lo que se siente seguido, ara que no nos queden deudas de palabras y sentir a la hora de la chiquita. Mucho anhelo esos tiempos en que ella con su bata siempre mojada por estar cocinando, me cargaba y me decía “muchachito, muchachito”, mientras yo me resbalaba por su barriga mojada y terminaba en el piso para volverme a montar en ese tobogán…digo, en mi abuela.

Esas mujeres que luchan, quieren, sienten, ansían y dan respeto, existen. Sólo abra sus ojos y las verán donde sea. Ofrézcales. Y si ellas a cambio le dan un trato despectivo, aléjese, pues la condición de mujer que es aprovechada para vejar, pierde la humanidad y es un foco de daño al género; en algún momento su chispa divina volverá a latir y será netamente femenina y humana, como Dios le hizo.

Feliz día mujeres, espero sepan desglosar y asociar los mensajes. Para los hombres, sean selenitas en La Tierra, sin ser lo que el planeta de a poco se quiere transformar: La Pesadilla del don Antonio Carreño y su Manual de Buenas Costumbres. Por si acaso, les anexo unos tips valiosos (enviados por una mujer, gracias).

1. Lávese los dientes. 2. No se rasque las bolas frente a ella. 3. Regálele flores y muchos, pero muchos presentes. 4. Levante la tapa del inodoro antes de orinar y recuerde bajarla después. 5. Lávese las manos cuando salga del baño. 6. No mastique con la boca abierta. 7. No eructe duro, o mejor, no eructe jamás. 8. No sea peorro. 9. No hable mal de la madre de ella, ámela como a su propia madre. 10. No diga palabrotas. 11. Ría siempre de los malos chistes de ella. 12. No la cele, o si acaso, un poquito. 13. Deje que ella tenga celos de usted. Ella sí puede. 14. No acumule barriga. Es más, nunca engorde. Ella sí puede (pero nunca se lo diga). 15. No se demore en el baño. Aprenda a coletear el baño, pero aun así, no se demore. 16. No deje la toalla tirada. 17. No diga que ella no sabe manejar. 18. No llegue tarde a casa. Salga de trabajar y váyase de inmediato para su casa. 19. No se entretenga con los amigos. O mejor, no tenga amigos. 20. No sueñe con tener amigas. 21. Nunca mire ni hable de las tetas o del culo de las amigas de ella. 22. No sea tacaño. Use cuando menos dos tarjetas débito y dos de crédito. 23. No mire a otras mujeres. Es más, entienda de una vez que no existen otras mujeres. 24. No hable de su ex. Usted nunca tuvo a nadie antes que ella. 25. Dígale 'Te amo', al menos 24 veces al día. 26. Aprenda a cocinar. 27. Lave los platos y deje la cocina limpia. 28. Arregle la cama (siempre). 29. Llámela desde cualquier lugar, ojalá cuando usted esté más ocupado. 30. Deje que ella compre ropa, zapatos, etc., siempre que ella quiera. Es más, ayúdela a caminar durante horas y horas y horas eligiendo lo que quiera comprar (y sonría mientras camina). 31. Deje que ella converse durante horas por teléfono, y si puede, páguele la factura del celular. 32. No ronque. 33. Recuerde, a usted no le gusta el fútbol, el béisbol y odia las carreras de fórmula 1. 34. Aféitese todos los días para que no la lastime. 35. No piense solamente en sexo, pero tampoco exagere; propóngaselo con frecuencia, aunque esté cansado y stresado. 36. Respete cuando a ella le duela la cabeza, pero si ella se lo pide, complázcala de inmediato. ¡Ah!, y no se vaya a quedar dormidote inmediatamente después; debe mirarla a los ojos y acariciarla hasta que sea ella quien se quede plácidamente dormida. 37. Diga en todo momento que ella es la mujer más bella que jamás ha visto.

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