Manny a la Obra ¿impulsa el Satanismo?


En primer lugar, este programa de Disney lo transmiten en un horario que hace que llegue tarde a mi empleo. Eso me hace ser un seguidor de su secta de dibujos animados en computadora. Es mejor que ver los noticiarios de la mañana, se los juro adultos.

Manny se va a ir al infierno sonriendo, por hacer amistad con unas herramientas embrujadas por el mismísimo Mandinga, que además plagian los ojos de Homero Simpson. Ve todo con una facilidad que es motivo de envidia. Un latino feliz en USA, algo común pero con sus aristas. De vez en cuando debería cambiarse la ropa y quitarse la gorra, es mal ejemplo para los niños de no bañarse.

Eso de estar hablando en inglés y español llega a confundir, más con esa vocecita como que tiene un montón de estopa atravesada en la garganta. Aunque he aprendido algunas palabras, casi diez mil bolívares más barato que el Open English y con el mismo o mejor resultado.

La lucha entre hermanos se disfraza de trazo infantil cuando vemos al destornillador Turner pelear con su congénere Philip por el control de los tornillos. Pero como todos sabemos, un destornillador “de pala” como lo es Turner, lo metemos en cualquier tornillo, destrabamos puertas y palanquean cilindros para robar. Philip es un traductor inglés – español también, así como su primo, la calculadora – traductor universal de la empresa Phillips.

El martillo Pat nos muestra que darse golpes en el güiro deja loco a cualquiera. Es como esos que juagan con su cuerpo sin temerle al cobro de factura. Hay un poder maligno que le ordena golpear y clavar. A cada rato dice “soy un martillo”, ¿ven que está turulato?, ¡claro que lo sabemos! Pero jamás crecerá y no llegará a mandarria.

Stretch es de ese tipo de herramienta metódica que te fastidia la vida con su precisión. Quiere que todo te quede exacto. Eso es en ese país imaginario, en Venezuela cualquiera que usa un metro es para sacar cálculos al ojo por ciento y cobrarle más caro a la gente. Es un adorno de cintura de los albañiles y soldadores.

Rusty. Uno oye “Rusty” y piensa que es rústico y es más bien delicadito (protección infantil). Claro, como es inglés lo tienen así de dulce. Es una llave de tubo, así que claro que tiene que estar delicado, cuidándose del qué dirán.

Squezze. Esa sí que es feliz de apretar tubo y lo que sea. Es impulsiva y quiere estar metida en todo. Jamás pude imaginar que una alicate estuviese en esas cosas de chisme y ser más metida que una gaveta. Ya ni en los alicates se puede confiar.
Dusty. Me tiene con la duda si es un él o un ella, o si corta por ambos lados ¿?. Es sospechosa ¿o sospechoso?, de verdad. Tiene ese dilema si es sierra o serrucho.

Flicker. Una linterna que sólo habla en inglés. O sea, tiene poco trabajo porque en USA hay muy pocos apagones a diferencia de Venezuela. Acá ya se hubiese fundido. Eso sí, tiene una luz espectral a veces porque tiene cara de loquito.

Kelly. Así como en todo el pueblo que nadie tiene una mísera moneda, ella mantiene un negocio sin cobrar jamás. Siempre está surtida y se puede contar con su apoyo. La verdad es que esta ferretera, es de mentira. Y ¿una mujer con ferretería? Eso acá es de extranjeros viejos y sus hijos gordos.

El señor Lopart y Pelusa; él es el propio viejo envidioso e inútil cara de verija que bien bueno que le pasan las vainas malas por estar queriendo emular el poder espectral que le da habilidades a Manny, que le ofrece ayuda y no la acepta porque sabe que lo va a hacer bien.

Esta lucha de poderes entre el mal, el bien y hacerle bien con el mal es todo un enredo que los niños, cuando lo descifren, enfrentarán una nueva etapa en su vida: O hacen pactos con Juringa, los hacen con Dios o de plano explotan de manera espontánea.

Lopart vende dulces y tampoco cobra. Ya quisiéramos vivir en un lugar así. Su gata Pelusa es parte importante de la trama, ya que demuestra que muchas veces los animales tienen a los humanos de mascotas, porque la inteligencia se los permite.

El pueblo es tan bello que parece dibujado…por alguien que nos quiere hacer sufrir a los niños pintándoles un país de fantasía que al contrastarlo con el mundo real les hará cogerle miedo a las herramientas o peor aún, usar una barra de acero y taladro para abrir cajas fuertes o maleteros.

La gente es más inútil que la transmisión de un partido de dominó por radio. Por ello Manny eligió el oficio de reparador. Más vuelvo al punto de no sé para qué coño, si igual no cobra. Cada problema es más absurdo que el otro y como se dicen ¡tenemos a éste pendejo y sus herramientas esclavas, ¿para qué matarnos haciéndolo?, ese no cobra!

Un detalle de todos, caminan tongoneándose como las viejas que ya no pueden con el peso de sus nalgas. Eso es divertido en donde sea, menos cuando tienes a una nalgas feas delante de ti en una escalera con riesgo de que se caiga o te tire un peo en la cara.

A manera de conclusión les digo que esta serie podrá irse al infierno por estar viendo herramientas poseídas que les dan vida ya que no son automáticas, haciendo ellas todo el trabajo de a gratis porque tampoco cobran, pero es la más linda serie infantil que le pueden presentar a sus hijos para verla en compañía de ellos, explicarles la ficción y la realidad, alentándolos a usar a las herramientas bien y sobre todo, las propias, porque los albañiles, mecánicos, reparadores latinos jamás cargan una, te piden la tuya prestada y te cobran el trabajo igual o más caro, ya que reúnen para –si acaso, no es seguro-, comprarse sus propias herramientas.

Un punto final es este:
La canción 2 (la primera no me compete), es: ES MOMENTO DE REPARAR, HAY QUE GIRAR Y AFLOJAR, SOMOS UN EQUIPO, CUANDO HAY QUE REPARAR (tan ta tan), CORTA, MIDE, MARTILLA ALLÁ, SUJETA Y TUERCE, SIMPLE EN VERDAD, ¡CADA UNO TIENE, SU ESPECIALIDAD, TRABAJAMOS JUNTOS, EVERYBODY, SE REPARARÁ! SIIIIII.

Yo la canté en una reparación y esas indicaciones no me sirvieron un carajo. La verdad es que quisiera unas herramientas así para #FUNDAFLOJERA.

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