CUBA (Made in China) (de @ReubenMorales)

Me he dado cuenta de que tratar de aconsejar a este gobierno es casi imposible. Por tanto, como reza el dicho: “Si no puedes contra ellos, úneteles”. Es así como he estado buscando la forma de aportar mi granito de arena y creo haberlo conseguido. Tomando en cuenta que quieren convertir a Venezuela en otra Cuba y tomando en cuenta que cada día nos asesoran más los chinos; propongo que aprovechemos su capacidad de producir réplicas para convertirnos, cuanto antes, en una imitación de Cuba “Made in China”.

Si aprovechamos lo que ya adelantó la revolución (escasez de automóviles, de alimentos, monopolización de los medios y mejora de nuestros atletas, entre otros) y le añadimos nuevas ideas, en poco tiempo podremos alcanzar el anhelado sueño. He aquí una lista de tareas pendientes para finiquitar lo más pronto posible nuestra réplica de Cuba.
  • Emparentar a Nicolás con los hermanos Castro: los chinos que han llegado actualmente escuchan a gente reclamar por los apagones diciendo “¡Nicolás, luz!”. También están al tanto de que Fidel y Raúl se apellidan Castro Ruz (que pronunciado por ellos es “Castlo Luz”). Por ende ya pueden afirmar que “Fidel y Laúl Castlo Luz son familia de Nicolás Madulo Luz”.
  • Hacerle un “extreme makeover” a Nicolás: sí, ponerlo a la moda, pero a la moda cubana. Maduro ya cuenta con la contextura y el bigote. Con tan solo dejarle crecer la barba… ¡tarán!... ya tenemos una réplica joven de Fidel.
  • Hacernos creer que estamos en La Habana: en cualquier panadería, kiosco o centro comercial ya se comienzan a ver los alfajores Havanna. Como a los chinos lo que les sobra es plata, con comprar esa franquicia, masificarla y ponerla en cada esquina, comenzarán a lavar nuestros cerebros haciéndonos creer que realmente estamos en la Havanna.
  • Culto al “Ché”: no está difícil. En Cuba sobran las paredes con imágenes del “Ché” y su firma abajo. Con adaptar eso tenemos, pues ya contamos con infinidades de paredes que tienen la cara del otro “Ché”… el “Ch”.
  • Convertir el Bolívar Fuerte en Peso Bolivariano: Este cambio sería muy bien recibido por la gente. Tener un Bolívar Fuerte es un peso que debes llevar a cuestas hasta que lo conviertes en un bien material o en una moneda extranjera. Por tanto, llamar al Bolívar “Peso” ayudaría a sincerar lo que significa para nosotros.
  • Tener una base norteamericana en nuestro territorio: Cuba tiene a Guantanamo y la comunidad internacional se queja del maltrato que allí reciben los prisioneros. Con cualquier cárcel venezolana que le demos a Estados Unidos, Guantánamo se queda en pañales. Quizás les vaya bien El Rodeo, y así lo asocian de una vez con uno de sus pasatiempos favoritos.
  • Estar a 90 millas de Estados Unidos: en esto sí que necesitamos de todo el poderío industrial chino. Se necesita abrir una zanja por todas las fronteras terrestres de Venezuela hasta literalmente despegarla de Suramérica. Una vez que estemos totalmente rodeados de agua, dejamos a Venezuela flotando en el mar Caribe. Cuando el nuevo islote esté a 90 millas de Puerto Rico, lo anclamos.
Si cumplimos todo al pie de la letra, hacemos esto rápido. Lo malo es que cuando hayamos logrado nuestra propia réplica de Cuba, ya Cuba será capitalista y tendremos que echar todo para atrás.

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