Parece que hay tanto que decir y a su vez, lo mejor es celebrar de lo más tranquilo y austero, diez años del nacimiento de este blog, hecho por y para ustedes.
Como me dijo @ChuoTorrealba "¡10 años regalando sonrisas es un logro. Pero pasar ESTA DÉCADA es heroísmo puro!"
Y mientras haya vida, habrá esperanza, necesidad, posibilidad, deber y placer de reír, porque hay muchas razones. Por algo existe "La Gracia de Dios", para que en lo más sencillo, exista la gracia de sentirse bien con las personas, con las cosas con uno mismo.
Y si no me creen, he aquí estas fuentes de risas, sonrisas y buena voluntad.
GRACIAS A
LA RISA, QUE ME HA DADO TANTO
La sonrisa de un bebé que juega con tu rostro, que
se sorprende con lo que ve y bata sus manos y pies como señal de
algarabía.
Un anciano al cual ayudas a cruzar la calle, te
cuenta una anécdota, sonríe a través de su cara marcada por el tiempo y te echa
la bendición.
Una madre orgullosa de ti y te abraza, mima, te hace
sentir pena ante otros y a la final no importa, que siga, eso es amor.
Que tu papá te levante en sus hombros, te haga
saltar, se lance contigo en el piso a luchar de mentira y te deje ganar, que te
despeine y te exprese así tu cariño.
La sonrisa de tu hermanito o hermanita menor cuando
te toma la mano tan sólo porque te quiere y confía en ti.
Ver salir de su hogar y más el regresar, a quien
amas.
Sentarse con la gente que te entiende, que quieres y
valoras a compartir desde una bolsa de frituras hasta la comida o bebida más
completa.
Ver los birretes en el aire y decirte desde la mente
al corazón “me alegra ese triunfo, su ejemplo me fortalece”.
Una persona inocente, absuelta y redimida de una
injusta prisión.
Una persona secuestrada que regrese con su familia,
una enfermedad que pintaba fatal, es una segunda oportunidad de vivir.
Que no deba suceder algo malo para rehacer tu vida
para mejor, tan sólo decidirlo y hacerlo en plena salud y seguridad-
Querer comentar algo gracioso y al no tener alguien
de confianza con quién compartirlo, contártelo a ti mismo/a sin pena a que te
vean conversando sola/o, haciéndote auto-feliz.
La primera acción en un nuevo empleo; el primer
sueldo; conseguir más que compañeras/os: amistades.
Ver en persona lo que retratistas y fotógrafos
plasman en sus obras: Un árbol aves, nubes, arco iris, una flor, un animal,
prados verdes y entre ellos saltar, retozar, gritar feliz, sin miedo al qué
dirán, solo dándole rienda suelta al alma libre.
El honor de querer a tu familia y compartir sus
éxitos.
El miedo de tu primera vez (en lo que sea).
Aprender que todos tenemos un sitio donde encajar,
que lo único difícil es saber dónde es ese lugar y al descubrirlo, sentirse
realizado y saber crecer en el mismo.
Abrazar una almohada, inventar historias como el
Barón Munchäusen y sonreír con delicia e inocencia.
Cantar en la ducha, quitando con el agua todos los
pesares, tabúes y llenarse de inspiración.
Dos miradas que, sin palabras, se dicen todo.
Saber que no nos equivocamos en una elección y que
ello es beneficio para muchos.
Una siesta en familia, a pierna suelta, boca
abierta, sin parámetros, sólo estando juntos hasta entre sueños.
Las cosquillas antes de un primer beso, durante el
mismo y… toda la vida al repetirlos.
Crear algo, sin ver más que la dignidad de aportar.
Hacer bien lo que se debe. Hacer bien lo que se
quiere.
Dar más veces las gracias a Dios sin haber pedido
mucho para sí y más para el mundo.
Aquellos que de manera desinteresada, cumplen el
sueño de un niño, adulto o anciana enfermo, desde un viaje físico a uno
proveniente de la imaginación.
Salud. Amor. Conciencia. Paz, Solvencia y mucho Humor.
El regazo de una madre.
Tener desde el cielo quien nos cuide y seguir la senda que en vida nos legó, lo tangible, sin falsas poses, valores sin fin.
Un país que piensa, siente, actúa por y para todos, sin personalismo ni indiferencia; sin ser gregarios ni acomodaticios.
Un público que te concede el alimento del aplauso, porque te lo ganaste.
La erradicación de la falta de ética y demás malas costumbres.
Hacer lo que te gusta, por sobre todas las cosas, pero jamás por encima de nadie.
Dispensen lo malo y poco… y gracias por ser y estar.
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