Pedro Alberto Martínez Conde es el verdadero nombre del humorista, poeta, locutor, actor y escritor, mejor conocido como “Perucho Conde”. Pero él no fue el primer “Perucho Conde” de su familia. A principios del siglo XX su abuelo materno de nombre Pedro Conde Flores era dueño y administrador de una compañía que prestaba servicios de transporte privado con coches tirados por caballos y también tenía un negocio de molinos industriales donde los caraqueños llevaban el maíz sancochado y lo molían para hacer la masa de las arepas en aquellos años. Toda Caracas lo conocía como “Don Perucho Conde”.
Desde niño tuvo la vena artística y poética a flor de piel. Con apenas 13 años de edad, vivía con su hermana y su madre en una pensión donde había una cocinera cuyas habilidades culinarias no eran precisamente gourmet. Después de algún tiempo padeciendo los “platillos” que elaboraba Doña Cándida, niño al fin, se quejaba con su madre de la calidad y gusto de los mismos. En esos tiempos los infantes no tenían voz ni voto en ese tipo de cosas por lo que la única forma que consiguió para protestar por tal situación, fue escribirle un poema a la dama en cuestión donde reclamaba por el gusto de la comida, la poca variedad que ofrecía a sus huéspedes y el gusto de la misma. La composición tuvo tanto éxito entre sus vecinos que la colgaron en la cocina para que todo el mundo pudiera leerla y reír con las ocurrencias de aquel pre púber que, en su inocencia, recogió con humor lo que era un sentimiento colectivo de sus vecinos.
A los 17 años prestó servicio militar pero no en el ejército sino en la Armada Venezolana durante el gobierno de Marcos Pérez Jiménez. Ya en pleno servicio estuvo por espacio de 5 meses en los astilleros de Barrow Infurness, noroeste de Inglaterra, esperando a que terminaran los trabajos de construcción del destructor “Nueva Esparta” encargado por el Gobierno venezolano de la época. Durante su estadía no perdió tiempo y se dedicó a estudiar inglés, lo cual le sirvió a su regreso a Venezuela para trabajar como traductor de textos militares en el Cuartel Páez de Maracay y también dar clases particulares de inglés por allá en los años ’60.
“La Cotorra Criolla” de Perucho Conde es el tema que lo llevó a traspasar nuestras fronteras pues fue un exitazo en Venezuela, el resto de Latinoamérica e incluso llegó a figurar en las carteleras de hits españolas. Fue el primer rap en español en toda la historia del género y el primero de protesta en todos los idiomas, por lo cual su nombre y el tema aparecen reseñados en un libro llamado “The Rap’s Bible” donde se refieren a él como “pionero” y “Street Poet”. Ha sido versionado por raperos de diversos países como Argentina, República Dominicana, Chile, Colombia, España y Venezuela, entre otros. Su letra escrita en el año 1980 aún se mantiene vigente como si hubiera sido escrita ayer.
Más de la Cotorra Criolla. Gracias al éxito del tema en Chile, viajó a ese país para presentarse junto a Don Francisco en el programa “Sábado Gigante” (sí, el programa originalmente se transmitía por la televisión chilena, no en Miami). En el año ’96 unos aspirantes a estrellas de la música pop venezolana lograron llegar a la final en el Festival de Nuevas Bandas organizado por Félix Allueva en las instalaciones del Celarg, Caracas. Muy emocionados por la posibilidad de ganar la competencia, contactaron a Perucho Conde para invitarlo a cantar en vivo junto a ellos el cover que hacían de su famosa Cotorra Criolla. El “featuring” en directo fue un éxito y tras recibir una ovación de pie Perucho y los demás miembros de la agrupación, se alzaron como ganadores absolutos del Festival. Esa banda se llama “Los Amigos Invisibles”.
A lo largo de su carrera artística, Perucho Conde grabó más de diez discos de corte humorístico que incluían poesía, parodias, guarachas, mosaicos y hasta gaitas. “La Fiesta de las Esquinas” es una de sus composiciones más populares entre el público caraqueño. En esta composición describe una fiesta celebrada “con arpa, cuatro y maraca” a la que asistían unas esquinas de Caracas que cobraban vida humana con el fin de celebrar el cuatricentenario de la ciudad en el año 1967 y, en el texto, nombra un total de 106 esquinas caraqueñas. Aunque fue escrita ese mismo año por el artista como un homenaje a su ciudad natal, no fue editada sino hasta 1980 en el disco “La Cotorra Criolla”.
En 1977, salió a la venta el disco “¡…’Na tan buena!” el cual contenía un tema titulado “Candidato Animador” inspirada en la candidatura del legendario Renny Ottolina. En la composición hace un recorrido por las diferentes marcas y slogans a los que le hacía publicidad el número 1 por aquellos años pero en clave de humor. Después de escucharla, el propio Renny lo llamó para felicitarlo por el resultado que había obtenido. Sus palabras de reconocimiento fueron: ¡Genial, Perucho! En 1981 grabó un LP que llevó por nombre “La Tuerca”. Entre sus surcos, se incluyó uno dedicado a su esposa: “Brígida Morales”. El tema es un pasaje llanero en honor a la guanareña que fue su esposa durante casi 40 años. La canción habla de su Guanare natal y el río del mismo nombre, describiendo cómo se conocieron y juraron amor eterno… Así fue cómo el idilio entre la “india” Brígida Morales y Perucho Conde quedó inmortalizado para la historia en una bella canción.
¡Hasta una próxima entrega especial! :^)#
LA COTORRA CRIOLLA
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