A quien le interese
Venezuela, comunicará esta misiva. A quien le guste el socialismo y ser ateo,
seguramente no o le será indiferente. A quien quiera hacer un gran bien,
aportará ideas. A quien le guste el chisme, la leerá y se decepcionará, porque
acá no hay mentiras.
Papa Francisco, mis
respetos. Usted sí es un revolucionario y quien no me crea, que busque el DRAE
y compare. La única diferencia es que no es echón (presumido con altanería) y eso es un peso liviano. Pero
sí es neciazo (superlativo de necio) y es allí el meollo de éste asunto, el que
está en lo correcto, pero equivocado.
Seguramente le llegó o
supo o supone de algún hombre que va a confesarse luego de estar amenazado por
las consecuencias, de haberle pegado a su mujer. Se arrepiente, cumple
penitencia y a la primera alegría, libertad o derecho de la mujer, ¡PUM! La vuelve
a sonar y repite el ciclo. Todo porque se siente alcahueteado.
Pues lo mismo ocurre con
Venezuela y el diálogo que nicolás maduro moros (sí, en minúsculas como su
bondad y decencia), ese monólogo de él con él que coloca como punto de
encuentro para resolver y es más bien un oasis en la desértica moral de su
sistema político. Pegarse como loro a diario (porque sentado, con aire
acondicionado, con cámaras, suponiendo en base a nada y obligando a transmitir
cualquiera se cree buen comunicador) a decir que el país está bien, no lo hace.
Sí el país estuviera bien, los que apoyaron a Hugo Chávez lo estarían apoyando
todos a él. Pero (bueno, sí, aquí a los chismosos les tengo algo, lo reconozco)
el deseo mayoritario a la medianoche del 25 de diciembre y 1ro de enero de
éstos últimos años, ha sido, que maduro se vaya y se acabe el hambre.
Entonces se nota que el apoyo a nicolás maduro no es muy grande, en especial cuando siempre hace lo mismo y le queda peor. ¿Pruebas?, pues que nos va peor y a diario el comprar o vender, el curarse o atenderse, el comer y tomar, pasaron de lo básico al lujo, del lujo a lo exótico y de lo exótico ya van en camino a la extinción. Y sí, exagero, no es el apocalipsis, pero es como sí Japón se hubiera quedado tan cual como lo dejó la bomba de Hiroshima y Nagasaki, porque a su gobierno le conviene ver a los pobres pidiéndoles ayuda, les da placer la alabanza que se da perdiendo la dignidad pues. Eso es como tener sucursal del EI (y quien quita no les abran un consulado aquí, porque buscan socios así como sí tuvieran una licorería y la regentan 4 alcohólicos).
Parece que falta fe, Papa
Francisco, porque no se cumplen esos deseos. Y es allí donde le digo que el
diálogo que usted propulsa está en lo correcto porque con palabras, hechos y
acciones es que se hace la diplomacia decente y sin violencia; pero cuando el
régimen de maduro, que es como el confesor ya citado, dice que lo hará, es
palabra por salir del paso, sin arrepentimiento ni penitencia, para que en
menos de 24 horas (o sea, en la siguiente cadena luego de la promesa), ¡PUM! Le
vuelve a sonar la jeta a todos los venezolanos.
Y su séquito no se quita
lo sequito de sus corazones, para que se lo cepill…digo, para que lo sepa, Papa
Francisco, porque algunos de ellos se comprometen a lo que dicen en el diálogo,
luego lo desmienten con mentiras (sí, una maraña peor que desenredar 200 metros
de luces de Navidad anudadas) y se hacen los locos aunque haya testigos,
videos, audios, declaraciones. Es como negar al sol, sólo porque verlo de
frente les sancocharían los ojos. Por eso, prefieren las tinieblas y
propagarlas. Esas que se tienen en algunas almas.
Porque acá en Venezuela,
Papa Francisco, el mal es menor que el bien, pero tiene cargos de poder y eso
es lo que lo hace grande. Por eso usted está en lo cierto, que debemos
enfrentarlo con lo que les duele, con la verdad, la justicia, la equidad, el
cristianismo, el humanismo. Pero está a su vez equivocado, Don Bergoglio,
porque cree que ellos por decir en 75% de medios que tiene la razón y estamos
bien, de verdad vamos a llegar a alguna parte.
Más que la penitencia o
excomulgarlos, -dos cosas que al régimen venezolano no le importaría-, yo le
sugeriría que su diplomacia sea pedir que sean escuchadas y cumplidas las más
básicas normas de convivencia, como lo son: expresarse (votar), derecho a
réplica (medios del Estado), reconocer
poderes (los electos y acomodar los impuestos sin moral), que dejen a las
empresas privadas producir en paz, cumpliendo su responsabilidad ecológica y
social, mismo que deben hacer con las empresas a manos del Estado o ver qué
hacen con ellas, porque esa mezquindad, Papa Francisco, nos quitó avances del
mundo, que no son necesidades impuestas, sino gustos que dan fuente de trabajo,
creatividad y generan dividendos al país.
Los angelitos nos cuidan,
pero el régimen de Nicolás maduro ayuda a que haya más con nuestros niños falleciendo
por todo lo derivado a salud, alimentación e inseguridad. Maximícelo a los
adultos buenos, que somos mayoría, pero así como los malos con poder en las
altas esferas, en el día a día hay malos con poder de fuego y gustosas ganas de
mandarnos a que nos velen y usted ore por nosotros.
Así que, Papa Francisco,
ya sáquese la banda de Presidente de El Vaticano que le impide opinar justo y
necesario y déjese el traje papal para exigir con diplomacia y sin medias
tintas, que los malos con poder dejen que el curso de las cosas no se tranquen
más en Venezuela. El temor a Dios está olvidado aquí, pues es hora de que usted
se los infunda, ya que ése no es un mito, es una verdad. Y sí eso no les da,
pues que vivan ya el infierno en La Tierra para que no digan después que la
historia los absolvió, cuando sólo lo absorbió el mal.
¿Por qué esta carta en un blog de humor?, dirá usted. Sencillo, porque aún existimos venezolanos que no
nos hemos derrumbado en mente, alma y corazón y sí existe “la gracia de Dios”,
pues la gracia de los humanos es ayudar a otros. Papa Francisco, hay gente
comiendo basura, robando y golpeando a otros por comida, seres con poder con
negocios fraudulentos y mentirosos que culpan a los que hacen cosas buenas,
para distraer de sus propias cosas malas. Eso quita la sonrisa, pero el
estoicismo nos propulsa a no caer.
Ellos, los malos, quieren
que caigamos en la desesperanza, el ánimo, la rutina, la incredulidad, que
muera la fe y eso no lo permitiremos quienes hacemos humor, sonrisas, alegrías.
Cargamos el peso del dolor del mundo como hizo San Cristóbal, en nuestras
espaldas. Por eso le pedimos a usted ayuda de llamar las cosas como son, sin
perder la paz. Que raye a los malos y apoye a los buenos, que oiga a los que
sufrimos y encare a los que nos hacen sufrir. Así funciona aquí y usted no lo
sabía del todo, por eso le traje el chisme.
Cualquier cosa, no dude
usted en preguntar. He aquí un devoto, que usa zapatos.
Lcdo.
Argenis Serrano, en Twitter son @Humoristech.
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