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Cómo hacer que tu hijo te haga caso

Autor que dio permiso de publicar aquí: Reuben Morales

Te quiero compartir una técnica que me ha resultado infalible cada vez que mi hijo no quiere hacer algo. El otro día íbamos a ver una película en familia por Netflix y le dio por armar una pataleta porque ésa no era la película que él quería ver. 

Entonces amenazó con irse a su cuarto a ver otra cosa por la computadora. ¡Le dijimos que no! Que debía quedarse a verla. Entonces dijo que se quedaba con nosotros si veía algo en mi celular con los audífonos puestos.

Aunque me provocó darle una nalgada, más bien le dije: “¿Con que no quieres ver la película?...

Ok… no la vamos a ver, pero entonces apaguemos las luces porque vamos a contar cuentos de terror”. Ahí sí abrió los ojos, emocionado, y comencé mi narración:

hijo


- Ésta es la historia de una persona que estaba aburrida en su casa porque no podía ver películas. Entonces fue a prender la televisión para ver una, pero se dio cuenta de que no había control remoto y se tuvo que levantar para prenderla con la mano.

- ¡Qué horrible!

- Y cuando comenzó a pasar los canales con el botón que estaba pegado a la televisión, se dio cuenta de que no podía escoger ninguna película.

- ¿En serio?

- ¡Tenía que esperar todo el día a que al canal de televisión le diera la gana de pasar la película!... ¡Y si era martes!... ¡Debía esperar hasta el domingo!

- ¡Noooooo!

- ¡Y no la podía pausar para verla otro día en el punto en donde la había dejado!

- ¿Quééééééééé?

- Aunque bueno, no todo era tan malo. Si quería ver una película cuando él quisiera, tenía que salir de la casa y caminar o manejar como quince minutos hasta una tienda donde alquilaran películas.

- Ah, ¿y entonces ya la podía ver?

- ¡No!... ¡Porque primero debía afiliarse a la tienda!

- ¿Cómo así?

- Le pedían una foto carné. Entonces tenía que salir de la tienda de alquilar películas para ir a la tienda donde sacaban fotos.

- Y listo, ¿no?

- Noooooo… ahora debía esperar una hora a que las fotos estuvieran reveladas y entonces ahí sí. Ya podía ir a la tienda de alquilar películas.

- Aaaahh…

- Pero no todo terminaba ahí, porque cuando iba a buscar la que quería ver, ¡no estaba porque alguien se la había llevado primero!

- ¡Nooooooooo!

- ¡Entonces debía anotarse en una lista de espera!

- ¡No sigas, no sigas, ya me está dando demasiado miedo!

- Y le tocaba llevarse otra película que no le gustara tanto.

- ¡No lo puedo creer!

- Claro, pero primero debía leer la sinopsis que aparecía en la caja para no botar la plata.

- ¿Leer para ver una película? ¿Qué es eso?

- Entonces finalmente escogía una y cuando llegaba a la casa a ponerla… ¡la película estaba en el final porque no estaba rebobinada!

- ¿¿¿Rebobi qué??? ¡¡¡¡Aaaaahhhhh!!!!

- Y si la rebobinabas en un aparato llamado VHS… ¡después se veía mal!

- ¡Dios, no, no puede ser! ¿Hasta cuándo?

- Entonces, si no podía ver la película que había alquilado… ¡debía esperar hasta el domingo a que pasaran películas en la televisión!...

- ¡Ay no, papá! ¡No puede ser! ¡Esto es terrorífico!

- Y cuando llegaba el domingo, se encontraba con esto: ¡iban a pasar Alien, el octavo pasajero por sexta vez en el año!

- ¡Noooooooooooo!

- Entonces no les quedaba sino verla y cuando venía una parte muy buena de la película, ¡pum!... ¡Se iban a comerciales!

- ¿Comerciales?

- Sí, son como los anuncios que coloca YouTube al principio de los videos, pero en vez de durar 5 segundos, podían durar hasta 60 segundos.

- ¡Ya, papá! ¡Te pasaste!

- Y cuando regresaban de comerciales, la película no retomaba donde había quedado porqueee… ¡Le habían cortado como 5 minutos para que toda la programación del canal no se rodara!

- ¡Papá, ya! ¿Cómo se termina esta historia? ¿Qué le pasó a la persona?

- Esa persona creció y ahora está aquí, ¡porque esa persona era yo!

- ¿Quééééééé? ¡Qué horrible! Bueno, papá, pero me imagino que tu mamá te hacía cotufas para ver las películas.

- No, las veíamos comiendo galletas de soda con mantequilla y una taza de avena.

- ¡Noooooooooo!

Y así fue como desde ese día, mi hijo ve con nosotros cualquier cosa. Incluso hasta cadenas de

Nicolás Maduro.

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