¿Han visto
esas películas en las que el personaje central abre los ojos al alba, se viste
rápidamente y sale a correr con el sol despuntando y la gente saludándoles
efusivamente y regresan a casa, oyen sus llamadas, abren la nevera y rompen 06
huevos y se tragan eso como si fuera agua?, yo también y me estresa recordar el
que mi genética era adversa a tales cosas.
Todo porque
yo me copiaba de la película y salía a correr recién levantado, olvidándome de cepillar
los dientes, ponerme el calzado correcto, calentar previamente. De allí mi
error que me acarreaba tirones en las batatas, el corazón saliéndose de su
lugar, las sienes como con quinientos dolores y que iba hacia atrás como Michael
Jackson mientras lloraba, especialmente porque apenas había corrido 4 cuadras.
Me di cuenta
que sí quería mejorar haciendo deportes y no ponerme peor haciendo deportes,
debía consultar a quienes sí saben del mismo.
La genética
Para saber
cómo hacer deporte y cuáles me convenía, me dijeron “conócete a ti mismo”;
cuando ya me disponía a abrir unos libros de filosofía, me aclararon, “la forma
de conocerse a sí mismo en este caso es con un estudio genético, con el cual saber cuál es mi nivel de fuerza
muscular y la potencia en base al código genético que corre en mi ser.
No es nada
más hacer un recuento de que mi tío Luis cargaba cemento, que mi prima Gabriela
practicaba senderismo y alpinismo o que mi abuelo cargaba herramientas pesadas
en un pozo petrolero y toda esa fuerza debería estar cruzando a través de mi
ser. Es saber quién soy por herencia y por mi propia estructura.
Ya que soy
el individuo que va a correr, saltar, trepar, levantar pesas, hacer giros y
patadas de Karate, entonces me deben estudiar para determinar luego el plan
físico que más me convenga y no terminar descalabrándome por el puro deseo de
sacar músculos y así ser más atractivo y conseguir dinero, aunque sea en
monedas, porque musculoso tendría una personalidad
magnética.
La ayuda
Hay mucha
inspiración para que uno haga ejercicio o se enfoque en un deporte. Pero antes
hay que saber si el cuerpo está hecho para eso. No es querer ser como Gokú y Vegeta y entrenar en una cámara de alta
gravedad para hacerse fuerte más rápido.
Todo está en hacer un
plan de trabajo partiendo de tu propia genética, de un informe como los que el
famoso laboratorio de genética 24Genetics
brinda de manera detallada para que sepas que sí y qué no hacer.
De esa manera es que te
vas a despertar como en una película y harás lo correcto día a día, con planes
de carrera, plan de trabajo de pesas para bíceps, pecho, cuádriceps y cómo
patear un saco sin que te hagas añicos los pies.
La gente cree que los
profesionales nada más entrenan y siguen órdenes en la cancha. Pues no, ellos
saben a dónde llegar y cómo esforzarse.
No son exagerados como
los japoneses que dicen que si alguien no se desmaya luego de entrenar y al
despertar no sigue entrenando, es que no lo está haciendo bien. Perdónenme
señores, pero eso es de locos.
El deporte es para
estar bien en mente y cuerpo, para siempre, para soportar los embates de las
enfermedades externas y obviamente, las internas. Uno no se va a poner a
alterar la genética nada más porque una serie de televisión o película te
inspiró para ello.
Hay que estar claro que
sin las instrucciones debidas, todo termina haciéndose mal. Por ende, les
aconsejo que antes de iniciar una etapa deportiva, que bien nos hace falta
luego de tanta pandemia y tanta comida sabrosa que hay en los canales de televisión,
TikTok y YouTube, primero analicen cómo está su genética.
Luego van con una
persona que les ayude a hacer un plan de entrenamiento que de seguro si
disfrutarán. Porque si comienzan a entrenar sin conocerse a sí mismos, la
próxima vez que suene el despertador para avisarles que es la hora de ir a
entrenar, terminarán lanzando dicho reloj por la ventana.
Y verán que no va a
caer muy lejos, porque han debilitado su propia genética por la falta de
ejercicio a la que se decidieron someter, por no tener un buen plan de
ejercicios basados en su propio potencial.
Conócete a ti mismo de
manera integral y así sabrás de verdad adónde vas a llegar. Ser reflexivo es
tener buenos genes y el estudio genético no es ni caro ni complicado de
obtener.
Sólo el conocimiento bien aplicado, es justicia.-
Shaka de Virgo
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