SE DESTOTÓ TODO, DANIEL RABINOVICH

Publicado en la web Farándula de Aquí y de Allá 

en la sección Farándula con Sabor a Humor  

Una de las desventajas más grandes del humor es su franca lucha contra la muerte, la cual esta termina ganando en el plano corpóreo, pero no en el sentimental. Es una pelea que queda a tablas; la misma se tiene contra la envidia, ya que al humor le da envidia que los humoristas y buenas personas se adelanten a partir del mundo y los villanos de toda clase, se queden por más tiempo. 

Es allí donde el recuerdo se destota del todo teté y pasa a ser el todo. Desde el 21 de agosto de 2015, ambas luchas tienen un nuevo nombre al cual lloran por humanidad y rinden aplausos por su legado, son por Daniel Rabinovich, el sin lugar a dudas, ídolo del grupo argentino Les Luthiers. 

La tristeza abate a quienes le admiramos y el humor que él fomentó y personalizó con carisma verdadero, dice ¡ALTO, NO LLORAR!, porque quien dio humor en vida, no puede permitir dolor ni llanto en muerte. Los humoristas, -y es opinión de quien suscribe-, tienen puesto seguro en el cielo, debido a que eso alimenta a la “gracia de Dios”. 

Daniel Rabinovich, conocido como “Neneco”, utilizaba su mirada como vía de expresión del humor pícaro, sorpresivo, la teatralidad pura. Su voz se amoldaba a muchos géneros, en el que incluyo el ritmo de merengue venezolano que interpretó con la canción de composición del grupo “Juana Isabel”. Muchos dicen que pudo ser un grande de la canción folklórica argentina donde también colaboró. Y fue un grande de dicho folklore, pero con letras distintas, plagadas del inimitable humor de su agrupación: tango, candombe, gato, milonga, zamba y mucho más, tienen en Rabinovich a un real representante para la historia. 

Hizo cine, televisión, escribió libros, acompañó a grupos folklóricos y siempre se le vio como el líder de Les Luthiers, la piedra angular del grupo. También hizo doblaje junto a sus compañeros (Bolt, de Disney; el grupo interpretó a los palomos). Era abogado de profesión, haciendo de su arte y humor la defensa contra la tristeza, liberador del dolor, defensor de la causa justa que es ser feliz. 

Músico integral, tal cual a sus maravillosos compañeros. Desde lo más sencillo como la guitarra clásica, la flauta, pasando por el bajo, la tuba y la batería, hasta los instrumentos que hacen de Les Luthiers un sello mundial: el Latin, Alt-pipe a vara, Bass-pipe a vara, Calephone, Gaita de cámara. 

Sus movimientos y formas de diálogo o monólogos eran su gran sello, son inimitables (y he visto intentos que han fallado). Eso sólo se logra con personalidad, feeling, práctica y mucho corazón. El humor se salpica de lo bueno, para que salga bien hasta lo que se improvisa o ante lo imprevisto. 

Su corazón, ese que tanto le puso al humor, la música y al folklore, se cansó. Cargó el peso del éxito en la franca batalla con la humildad y caballerosidad. También por ese miedo que tenía Rabinovich a volar y que lo hacía temblar de susto. La humanidad del humorista, de quien carga la cruz de los pesares de la gente y la transforma en algo positivo, termina siendo ese boleto adelantado al cielo. Quizás por eso –lamentablemente-, los villanos duran más y en el infierno no necesitan gracia, sólo esperan a los desgraciados. 

Prodigiosa voz, prodigiosa expresión, prodigiosa personalidad. Descansa en paz “Neneco”, que quienes aprendimos del humor blanco de Les Luthiers y sabemos que en ti radicaba la fuerza del mismo, también comprendemos que el grupo se renovará y tendrá nuevo comienzo, porque el legado del humor no muere, es para todas las generaciones. El humor es un Derecho Humano, que como abogado protegiste. 

Es difícil llenar tu vacío, tanto que requieres de dos suplentes y aún así, falta. Pero sabemos que desde el cielo, velarás por la risa en Hispanoamérica, porque sí se rompió tu corazón humano, el corazón celestial te dará más y mayor humor para bañar a estas tierras que te admirarán por siempre. 

Lcdo. Argenis R. Garnica S. 

@Humoristech