En la actualidad se
han suscitado cambios al viajar, ya que aunque usted no lo tenga planeado,
habrá gente que se te acercará y preguntará inocentemente con malicia, ¿Tú no
te vas a ir del país?
O sea, te mandan a
viajar aunque tú no quieras. Pero no te aportan para el pasaje. Sólo te
conminan a viajar a su destino pensado que no es tu destino soñado, porque tú
sólo te quieres quedar en Venezuela.
Para nada son
personas diligentes que te digan, “mira, si alguna vez pretendes viajar aunque
sea de vacaciones, lee los consejos que te dan desde este enlace para que todo se te haga más ligero.
Quizá no te den
dinero para el pasaje y estadía, pero al menos te brindan conocimientos que ya
es decir bastante. Claro, tú igual pídeles colaboración para el viajecito, ya
que ellos tocaron el tema.
¿Por qué viajar?
Se hace tan rutinaria
la pregunta de gente que tiene un tiempo si verte y al hacerlo te dicen “yo
creí que te habías ido del país”, que en algunos es un deseo de que vaya mejor
en otro lugar que aquí pero en la mayoría es sinónimo más o menos de “yo creí que
te habías muerto”, un deseo oculto que se expresa con las palabras adecuadas
para no delatarse del todo.
Tu mente comienza a
especular sobre viajar, sin tenerlo presente como una necesidad; comienzas a
sacar cuentas de cuánto te puedes ganar en base a lo que sabes, cuando eres
profesional.
Obviamente, siendo
profesional, vas a empezar de cero y tendrás que comenzar como mesonero,
mantenimiento, cocinera, pasea perros y demás trabajos humildes mientras haces
piso y currículo para arrancar, salvo que tengas a gente que te abra no puertas
sino portones para viajar de lo más tranquilo.
Ahora, los que por
presión popular se van de viaje y apenas se saben el abecedario y creen que su
teoría de “yo consigo cualquier cosa, hago de todo”, es buen plan, terminan
regresándose y dándole la razón a los que con sus acciones deleznables manejan
mal a un país y atosigan con arengas fastidiosas y de “auto – jalarse”, con sus
vítores a que Venezuela se está arreglando.
Bueno, sí, Venezuela
se está arreglando, como un reguetonero: pantalones caídos y rotos, zapatos
sucios, una gorra hacia atrás y eso sí, lentes oscuros para la noche y en
espacios cerrados, para que no vean su mirada compungida e ida, será.
Hay quienes sí saben
por qué viajar y a lo que se van a enfrentar; otros, no más van con la
bendición de la madre y huyendo o presionados por otros que no se van a ir del
país, sino que creen que mandando gente hacia afuera, todo va a ser más fácil
de conseguir. Ilusos.
¿A dónde viajar?
El mundo es su
destino. Vaya a donde le ofrezcan un porvenir y no razones para venirse así
como así.
Lo único es que debe
aguantar que los errores de aquí se están replicando en muchas partes, porque
hay gente a la que le gusta que le regalen, usen y humillen como manera de
existencia y lo peor, es que esos van a votar y aplauden cualquier robo
electoral y más si humillan al que va en contra del populismo y le gusta comer
y gozar de lo que se gane.
Viajar es un placer
que todos debemos vivir alguna vez para ver otras cosas, culturas, construcciones
y tener de qué hablar en cualquier conversación sin tener que apelar a la
grosería o a poner un radio a todo volumen para distraer el que no se tiene
tema de conversación.
Este, es el momento
de viajar pro por gusto o para buscar un mejor futuro. Y no te lo estoy
sugiriendo, sólo te estoy comentando.
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