Señor o Señora Muerte
Presente.-
Me permito enviarle estas líneas que
podrían ser polémicas para cualquier humano de bien o para quienes dicen
controlar las leyes y se toman todo a pecho, sólo porque tienen rabo de paja.
Pero es muy necesario que exprese mi
disconformidad, no con su finalidad, porque la muerte es el extremo de la vida al
que todos vamos a llegar.
Lo que me molesta son dos cosas y que
tengo que reprocharle, aunque no me agrade ese acto, salvo que tenga
fundamentos y que acá, verá que los poseo (no sea que usted me mate así de la
nada por yo reclamar).
Punto uno: La manera como hace su labor
El balance del mundo, indica que si hay
médicos, científicos, enfermeras, industrias médicas y demás trabajadores de la
salud y relacionados, en alguien han de aplicar sus debidas especialidades y
campos.
Esto implica que habrá personas que
mueran de una enfermedad. Lo admito y acepto.
Pero, Muerte, ¿Es necesaria la agonía, la
duda, el no poder despedirse de los suyos, el dolor agobiante?, ya que vas a
llevarnos a un lugar mejor (según nuestros méritos), hazlo de una mejor forma
por favor.
También a quienes matan los ladrones, los psicópatas,
los que la pareja les deja, los que matan niños porque dizque pueden hacer más.
¿Por qué la gente inocente debe pasar por eso?, ¿Se gana el cielo así, siendo
víctima de los más bajos placeres de otros, Muerte?
De allí que le pido que reformule su
metodología. Háblele también a los ángeles para reducir los accidentes, pero
no para que haya más locos conduciendo a todo lo que marque el velocímetro,
sino para que aprovechen mejor ese privilegio y usted no cumpla su deber como
muerte, llevándoselos en tan horrible situación.
Le pido que no castigue más al bien, con
un final atroz, doloroso, agónico, fulminante, sin honor y sin finiquitar sus
labores. Sea mejor guía, quizá su trabajo sea más llevadero.
Esto incluye a las tragedias naturales,
que se llevan a tanta gente buena y las vivas, ven morir parte de sus
esperanzas y logros.
Punto dos: La muerte de los malos
En base a lo anterior, también quiero
decirle que eso de que en los desastres naturales jamás se lleve a un ladrón,
homicida, corrupto, prevaricador, estafador, es bastante molesto e injusto.
Nunca he oído que, por ejemplo en una
vaguada, erupción volcánica o terremoto, salga en la prensa “entre las víctimas
estaba El Masca Clavo, peligroso hampón
que tenía azotada a la población de…”, o “el juez que liberó al mafioso y se le
consiguió una maleta llena de dólares y que quedó libre y fue ascendido de
cargo, encontró la muerte en el sismo que…”.
Nada, de eso no se lee nada. Esos viven
más que los demás, ni hablar de dictadores, dictadorzuelos, retiene poder,
mandaderos amansa guapos, dueños de medios, estafadoras, barraganas, capos, manipuladores tras bambalinas que se parecen esos galápagos o árboles que viven má s de 100 años, pero éstos viven no más
haciendo daño.
De esos, Muerte, no se encarga usted pronto. Parece
que a usted le divierte que nos hagan sufrir y vivan las mieles que quizás en la otra
vida no tendrán.
¿No nota pues, que es usted parte de la
falta de balance en el mundo, aumentando los problmas porque no más está premiando al malo y castigando al bueno, Muerte?
Por lo tanto, Muerte
Mi petición es muy sencilla. Que extienda la vida del bien y castigue al mal. Siempre tomando en cuenta que no somos perfectos,
pero que sí debería usted tener niveles de puntuación para siempre ocupar su deber en base a dar su merecido.
Ya luego de esto, no sé cómo será mi
muerte y no la espero, porque me voy a ocupar de vivirla haciendo bien, así el
premio que me gane, sea que usted siga haciendo las cosas al revés.
Sin mis respetos a su forma de aplicar su
trabajo, pero con mis respetos al fin que es deber a serle cumplido a cada ser
humano, señor o señora Muerte.
Atte.
Argenis Serrano - @Humoristech
Posdata: También está el cómo tratan a los muertos, tanto sus restos mortales como a su memoria. Por favor Muerte, haga algo para que se les trate a todos los buenos con dignidad incluso cuando ya sus almas están en el más allá. Gracias y amén.
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