El
hombre necesita tres cosas: apoyo, lealtad y el bizcochito. Si le niegas este
último por más de noventa días, se irá con otra. Si no quieres que eso pase,
entonces dáselo.
(Dave Chapelle, Comediante Afroamericano).
Esta
parte de uno de sus StandUp Comedy fue parodiada por el mexicano Franco Escamilla (amo de usar los
chistes ajenos) diciendo que “un hombre necesita sexo, comida y silencio”;
y en la actualidad es atacado en redes sociales por ello con lo de machista
y opresor y etcétera que dice la generación de cristal sin trabajo y demasiado
tiempo libre para dilucidar molinos de viento.
La
pregunta es, ¿Por qué?, el primero y por ende el segundo, tienen razón. El hombre
es feliz con eso y yo le sumaría dos elementos: Entusiasmo y juegos.
Paso
a explicarlo para que vean que no es machismo, sino síntesis de cómo mantener
al hombre feliz y alejarlo de ese funesto ataque que nos tienen montados de
tener la culpa de todo y no tener derecho a nada que no sea una muta, prisión o
golpiza, sólo por expresarnos sin atacar a nadie y peor aún, atacara a los que
tenemos el delito de ser inocentes y nos dicen llorones por eso.
Y
sí, el hombre, sí llora desde sus sentimientos genuinos.
¿Qué necesita el hombre para ser feliz?
Sin
ánimo ni deseo de comparar al hombre a lo que necesitan las mujeres, niños y
los de LGBTI y demás letras, números, signos y la tabla periódica, necesitamos
(voy de tercera persona a primera porque soy hombre, estoy de acuerdo y esto va
a traerme problemas):
Apoyo: En
la salud y en la enfermedad, en la pobreza y en la riqueza; cuando haya que
golpear a un ladrón que se metió a la casa o cuando estemos bravos y tengamos
deseo de estar con la cara arrugada. Eso de “¿Pero qué le vamos a hacer?”, “Bueno,
pero ya pasó (cuando no ha pasado)”, sepan ¡que eso nos molesta un mundo! Disfrutamos nuestras bravatas.
Lealtad:
Somos fieles, sean fieles. Nos están atacando, averigüen primero (jamás
ciegamente) la verdad. Les llevaron un dulce, no se lo coman todo y nos guardan
aunque sea que nos digan que lo hicieron ustedes, esas mentiras no nos duelen y
se nos hacen sabrosas y consideradas.
Bizcochito:
¿Por qué vas a extinguir la llama de la pasión?, ¡Busquen otras maneras pero
pónganse a tono!; salvo que estemos enfermos de algo aturdidor o sí perdió
nuestro equipo al que habíamos apostado, eso siempre nos va a gustar.
Sexo:
Ya descrito, pero había que ratificarlo. Que no quede duda. Y si al hombre no
le apetece, no le juegues gallo guindado, busca ayuda profesional de
terapeutas, abogado de divorcio o una horqueta con Viagra.
Comida:
Se nos compra con comida. Si es la que nos hacía nuestra madre, mejor. Si incluye
postre, más mejor. La ensalada, junto a un bisteck. Siempre con tajadas. Y merienda
para ver televisión. Y con respecto a bebidas, bien caliente o fría según toque,
con algo para picar y en posición de descanso.
Silencio:
Llegar de la calle a casa es querer sacarnos los ruidos y demonios del mundo. Claro
que queremos y debemos hablar, pero déjennos agarrar mínimo. Y si vemos televisión,
se habla en los comerciales. Si es en la cama, antes de dormir (y después del
sexo). No nos despierten a menos que tengan pesadillas o se metió un ladrón o
algo se rompió. El sueño es parte del silencio y nos carga de energía.
Yo agregaría que al hombre, para ser feliz, necesita...
Entusiasmo: Imaginen
enviarle un mensaje bonito a la enamorada, novia o esposa que ella nos inspiró
y nos desvivimos en hacerlo, para que nos respondan, “Ok” o “Gracias”. Esa falta
de entusiasmo baja la lívido, nos pone llorosos y nos hace preguntarnos sí
estamos fallando o si ya se obstinó y nos está mandando a la chingada.
El
entusiasmo es vital para el hombre, así como el que nos pide la mujer cuando
estamos en sus eventos. 50 y 50 para sumar 100. Igual cuando compramos zapatos o ropa o cualquier estupidez en el mercado porque se nos antojó sin saber el motivo.
Y
lo otro que necesita el hombre para ser feliz es:
Juegos:
Sí. Así sea juegos en el celular, en la PC, una consola de Play Station, Xbox o
Nintendo. Eso nos nutre y nos amansa.
Para
otros los juegos son un juego de herramientas de las que sea y ponerse hacer
cosas que le quedan o no bien, pero le hacen sentir útil y parte de un todo.
Entonces...
¿No
merece ser el hombre feliz?, ¿Acaso para que las mujeres sean felices hay que
quitarle todo al hombre o es igualdad que le haga feliz lo mismo?
A
la mujer se le hace feliz y se le dignifica, pero no a costillas de volver
harina al hombre.
Esta
receta para la felicidad es básica, pero varía según la actitud, posición y
edad del hombre. Si no es feliz con eso dado por usted, investigue porque lo
está buscando y consiguiendo en otro lado.
Si
es desleal, no es hombre, es machista. Y a ese, sí lo pueden atacar, les doy mi
bendición para ello. Pero ya dejen de dolerse porque les dicen las verdades
crudamente, duélanse cuando les mientan, no todo gira en torno a ustedes.
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