Publicado en la revista digital Farándula de aquí y de alla.
Autor: @Humoristech
Desde hace cerca de un año he
tenido la inquietud de escribir sobre la serie Big Time Rush, la cual confieso
que me gusta y, cuando se tienen 40 años y te gusta una serie infanto-juvenil,
no deja de ser raro. Es más, leo esto que escribo y me sigue sonando extraño.
Gracias a Farándula de Aquí y Allá que por su temática, despeja lo sospechoso del tema.
Big Time Rush fue en realidad un
gran programa. Enseñó el teatro del absurdo a manera televisiva, simuló el que
la gente se golpeara, enseñó sobre la presión de los artistas que es lo que la juventud
no ve, ya que eso de las responsabilidades y la disciplina no es atractivo. Fue
tan bien llevado por Nickelodeon que los protagonistas luego han hecho una vida
sana en lo posible. Lo hace Disney y se alocan, allí tienen a Miley Cyrus, que
quedó como una de las escobas de Mickey Mouse en Fantasía.
Sí usted ve Big Time Rush, más
allá de los diálogos acartonados de súper-héroes, como “a luchar por la
justicia” o “Capitánnnnn Cavernícolaaaa”, observa el apoyo de un grupo de
jóvenes para crecer en lo que consideran son buenos, pero sin perder lo
necesario: amistad, identidad, raíces, personalidad, sueños.
La vida del artista no es
sencilla, está más allá del aprendizaje básico que se suma al especializado, al
que brinda el contacto con el público y entre guardianes y serpientes que debe
comprometer y enfrentar respectivamente; está basado en saber concatenar para
mantenerse más allá de los 5 minutos de fama, que en tiempo real podrían ser
toda la vida, dosificando el tiempo según su edad, crecimiento y vida propia
(salud, familia, estudios, proyectos, sucesos).
Es chévere ganar en dólares. No
me ha ocurrido, pero ha de serlo. Más lo que no se cuida e invierte con
conciencia cuando se tiene, se llora al doble cuando se pierde. En esta serie
he visto ello, transformando la sátira y las nimiedades en preparación y
conservación ante el futuro que no se deja comprar con dinero, pero permite a
ese dinero comprar lo que te puede sustentar la vida. Un negocio donde cada
quien es el artículo, que debe ser considerado de primera necesidad.
Big Time Rush tuvo disfraces, movimiento
de cámara, edición, elenco, locaciones, tan sencillas y decoradas con las risas
grabadas y efectos de sonido (que a mí parecer son necesarios en todo programa
de humor blanco, rosa, crema, azul, aunque legislaciones como las de México no
las aprueben). La rebeldía juvenil para conseguir sus objetivos que no son individualistas
sino grupales y con influencia positiva en masa, deberían ser ejemplos para los
estudiantes. Sí no lo ven, pues léanlo acá y aplíquenlo, que conste que se los
hice entender.
La música es en verdad muy buena,
tanto que mientras escribo esto oigo el CD completo que descargué y que sí,
hace más sospechoso mi gusto y ya me parece algo muy preocupante.
Los personajes complementarios
más los principales no son precisamente los usuales americanos de los bobos acá, los tontos acá, las divas
allá. Allí se mezclan entre todos para eso y le dan el mismo uso a esas actitudes
no positivas, para sacarles la gracia sin humillación.
La película de Big Time Rush y
los especiales son muy buenos. Han ganado premios y hecho giras basados en la
fama del show que no duró mucho, pero dejó buenas referencias. Similar a iCarly
y Victorious o Drake & Josh. Los americanos saben reírse de sí mismos y se
exageran, para así aprender. Eso es bueno para nuestros pueblos, corregirnos
sin frustrarnos. Malo es cuando buscamos reírnos de los demás, no corregimos,
sino que aumentamos nuestro empeorar.
También fue una tabla de salvación.
Estuvo Lorenzo Lamas “El Renegado”, como actor invitado en varias ocasiones. La
comedia siempre salva a los héroes de acción, pregunten a Willis, Stallone,
Arnold o Vin Diesel (luego hablaremos de esto).
Cuando sus hijos e hijas vean
series de televisión, quédese con ellos, enseñe la realidad y la ficción, las
moralejas antes que las quejas; podrá crear un vínculo en sus gustos y a la vez
dar enseñanza, rompiendo mitos y creando valores.
Ojalá salgan más series así a los
Big Time Rush, con buena música, con mensajes, con humor sencillo e inusual,
con buen doblaje mixto (el doblaje latino fue hecho en Venezuela con
complemento de voces mexicanas por el toque juvenil, experiencia enriquecedora
y que une en talentos, algo que no todos ven, pero que deben aprender luego que
ya se los escribí aquí).
También espero conseguirme una
novia, porque el gusto por series de target 11 a 21, teniendo 40 y siendo
hombre, la verdad que es de preocupación y de mucho tiempo libre y de una dama
que me entretenga con un “Big Time Besh…ándonos”.
Lcdo. Argenis R.
Garnica S.
@Humoristech
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