Sí, hay demasiada gente
que no tiene. Y no sólo dinero, aunque vengan los influencer que no se bañan ni
estudiaron pero los sobornan a decir que estamos bien por las meras
apariencias.
Hay otra gente que no
tiene cosas y de verdad las necesita, sólo que no parece querer gastar ni
invertir en ellos. Vean este amplio listado y asócienlo a algún momento de su
vida, notarán que conocen a gente que no tiene alguna de estas cosas:
Gente que no tiene
Médicos que no tienen
estetoscopio ni tensiómetro en su consultorio particular
Ingenieros que no tienen
teodolito.
Ciclistas que no tienen su
bomba de aire ni parcho para sus cauchos.
Abogados que no tienen
oficina.
Contadores que nunca
tienen un libro de actas nuevo a mano.
Carpinteros, albañiles y
pintores que no tienen sus propias herramientas y piden prestadas las del
cliente o no hacen el trabajo.
Panaderos que no tienen
pan caliente a ninguna hora.
Escritores que no tienen inspiración
y se agarran la de otros.
Choferes que no tienen
carro propio y gustan de abusar del que le prestan.
Cocineros que no tienen
sus propios utensilios.
Electricistas que no
tienen pinzas ni teipe.
Bomberos, policías y militares
que no tienen gusto para la ropa de civil.
Granjeros que no tienen su
conuco.
Jardineros que ni la bolsa
para echar la basura cargan.
Nutricionistas que no
tienen control sobre su propio peso.
Desarrolladores web que no
tienen una página personal decente para mostrar sus servicios.
Oftalmólogos que no tienen
paciencia con quien se manda a hacer los lentes en otro lado menos costoso que
con su optometrista socio.
Diseñadores gráficos que
no tienen las agallas de sincerar el precio de su trabajo y se molestan porque
la gente se va con la Inteligencia Articial (IA).
Psicólogos y Psiquiatras
que no tienen piedad con los precios, haciéndose que la gente se vuela loca
para pagarles.
Odontólogos que no tienen
una silla cómoda y cobran completo; y sí la tienen, te cobran más por el
derecho a la silla.
Maestras de educación
especial que no tienen apoyo de la comunidad y deben sacar solas a sus ángeles.
Logopeda que no tienen
tacto para corregir a los demás (en especial a los que dicen haiga, a la final,
estábanos).
Economistas que no tienen
criterio para proponer planes rudos pero eficaces para salir de la crisis
porque son politiqueros.
Especialista en E-commerce
que tienen la creencia de que son mejores que los demás por lo que ganan.
Periodistas que no tienen
agallas de defender su título y se dejan humillar por políticos o reguetoneros.
Músicos que no tienen sus
propios instrumentos, pero sí tienen pena de tocar en las calles. Salvo algunos
que sí tienen esferas y agallas para ganarse los aplausos y el dinero.
Veterinarios que no tienen
miedo a sobrefacturar cualquier servicio.
Ingenieros que no tienen
empleo, pero les da vergüenza hacer algo que no sea de ingeniería.
Asesores financieros que
tienen más deudas que los asesorados.
Jueces y Alguaciles y
Fiscales que no tienen piedad ni pena para pedir regalitos para obtener la
libertad.
Fisioterapeutas y
Quiroprácticos que no tienen su propia mesa de masajes.
Administrador de empresas
que no tiene qué administrar.
Politólogo que no tiene ni
una idea buena para el país, haciendo dudar si la carrera realmente sirve.
Desarrollador de
videojuegos que no tienen mejor ideas que juegos donde hay que estar saltando y
girando en mapas incómodos buscando el “Elixir de Mistacor y la Espada de
Korosochamba”.
Enfermeras que no tienen
tensiómetro ni zapatos blancos.
Directores de museos que
no tienen museos qué dirigir.
Trabajadores sociales que
no tienen quien les cuide cuando deben atender a alguien allá arriba en la
punta de ese cerro.
Historiadores que no
tienen agallas para desmentir las manipulaciones a la historia.
Notarios que no tienen
otra frase que no sea “¿Cuánto hay pa’ eso?”.
Licenciado en recursos
humanos que no tienen otra metodología de contratación que solicitar completa y
total adoración a ellos y por la foto del currículo.
Fotógrafos que no tienen
cámaras propias o profesionales.
Compositores musicales que
no tiene cosas buenas qué componer sino reguetón para medio comer.
Arquitectos que no tienen
sus lápices de grafito especiales, mucho menos AutoCAD.
Especialistas en turismo que
no tienen ni un contacto con un transporte bueno para organizar viajes.
Entrenadores que no tienen
un plan y de tenerlo, los despiden porque los jugadores no soportan la
disciplina.
Pedagogos que no tienen
miedo de decir haiga frente a sus alumnos.
¿Conocen ustedes gente que
no tiene algo en cualquier profesión u oficio, como por ejemplo yo que no tengo
qué hacer e hice esto y usted que no tiene otra cosa qué hacer y lo leyó hasta
el final?
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