¿POR QUÉ EL PESCADO EN VENEZUELA ES TAN CARO?

Esta es otra obra de nuestro colaborador estrella, el médico asesino (del mal humor) José Inojosa.

La gente, el consumidor en general, son personas realmente inconscientes. Sobretodo en estos días de crisis es común oírlos quejarse de que el precio del pescado es sumamente eleva­do. 

¡Caramba, ochenta bolos por un kilo de mero! ¡Sesenta bolívares por un kilito de corocoro! ¿Cómo es eso posible...? Pregun­tan en un ¡mar de llanto...!

Pero bueno, ¿qué será lo que se creen? ¿Acaso no saben todo lo que hay que invertir para poder vender pescado? Vamos a anali­zar la situación para que se den cuenta de que ese bi­cho todavía está barato, bueno pues, como la gasolina...


1.  Los peces son los ani­males más difíciles de criar, porque como su hábitat es el agua los co­rrales los tenemos que construir con redes finísi­mas, que se echan a perder a cada rato por la acción del salitre y son mallas que pagamos en dólares... (No se olviden del altísimo precio de los ro­llos de alambre de púa).

2.  El pastoreo lo efectúan unos chicos entrenados, algo así como vaqueros, pero en el agua, que cobran una pelota de real para arrear a los pe­ces. Además, van cabal­gando sobre caballos de mar. especialmente entrenados para la tarea, que por supuesto, son más caros que los pura sangre de La Rinconada...

3.  Los peces comen más que un remordimiento. Para alimentarlos hay que tener todos los bille­tes del mundo, porque la "algarina" “la atúnarina” “la corocorina” “la chipichipirina” y la "cangrejarina" entre otras, una para cada especie, sube de precio a cada instante, CADIVI no está dando dólares para su importación y para más lavativa ni siquiera duermen y se la pasan tragando las 24 horas del día. Y cuando uno se las echa en el plato en el fondo del mar, todo se va para arriba.

4.  Cuando se enferman es un rollo, no sólo por lo caras que están las medicinas que todo el mun­do lo sabe, sino porque para agarrarlos y ponerles una inyección, una cuadrilla de vaqueros marinos tiene que perseguirlos por lo menos tres días... Cuando los capturan, una pieza de cinco kilos -por el ajetreo- apenas te pesa kilo y medio (pura pérdida)

Pues sí queridos amigos. Los productores de pescado son unas pobres víctimas de un nego­cio que exige mucha inver­sión para poca ganancia y para colmo son calumniados y vilipendiados por los inconformes consumido­res, gente maluca que no aprecia en todo su valor todo el sacrificio que se hace para que ellos disfruten de ese alimento maravilloso que es el pescado.

(Nota: No se incluye el precio de la caña clara, anís y aguardiente blanco que deben utilizar los pescadores para la vigilancia de los cardúmenes -a manera de guachimanes-)

1 comentario:

Manuco22 dijo...

que bueno lo del pescado también aquí en Argentina esta muy caro

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