#Batman vs #Superman y #TeamCap vs #TeamIronMan (Buenos vs Buenos)

VER PELEAR A UN BUENO CONTRA OTRO BUENO, ¿SERÁ BUENO?

Dos de las películas más esperadas en este 2016 son “Batman Vs. Superman, Dawn of Justice” y “Captain America: Civil War”, ambas básicamente en el concepto de darse golpes entre ellos mismos

Desde un punto de vista de querer ver a la ciencia – ficción de ambos filmes como algo real, es bueno que la golpiza sea entre ellos mismos. Si fuese contra nosotros que también somos buenos, tendríamos todas las de perder. Porque Superman es invulnerable. Él podría entrar a un barrio peligroso con cadenas de oro, tablet, Smartphone y zapatos de marca y salir con todo eso y otras cosas que serían trofeos de triunfo luego que los ladrones le vacíen sus ametralladoras y él los congele o los mande al sol de un sólo envión. Eso a todos nos gustaría, pero, ¿y sí luego va tras nosotros?

Pues de allí se agarra Batman para enfrentarlo, sin antes analizar sus buenas intenciones y actuar, (eso es bati-prejuicio), basado en que una nalgada dada por Superman podría purgar a cualquiera y él debe detener tal posibilidad. Y comienza una lucha épica de un extraterrestre con varios súperpoderes contra un metahumano con mucha plata, tanta que puede arruinar su auto que es una obra de ingeniería, un avión que tiene en el hangar de su casa y un armamento en un cinturón, el que todos deseamos cuando se nos acerca un motorizado de manera sospechosa o se nos vienen encima al comerse una luz.

Lo bueno es que en esta película, viene una mujer a poner el orden. Como siempre, ellas amansan a los poderosos.

Y del otro lado de DC Comics, el de Marvel Comics, veremos una lucha entre otro metahumano con sentimientos patrios y respeto por el estamento militar, debido a que está chapado a la antigua por sus casi cien años, con rostro y físico de 25, con su amigo que es un ser trastornado, metahumano, temeroso de sí mismo y ganas de matar. Y sí, es de los buenos. Es que hay buenos trastornados, hasta que explotan.

De allí y de una línea de legalidad gubernamental, otro millonario ocioso con un traje de hierro que le copió el otro millonario que se viste de murciélago, se enfrenta con el soldado y con los que lo acompañan; y como mucha gente con dinero, tiene amigos (no sé si de él o del dinero), que le acompañan en la batalla. Son gente buena como ustedes o como yo pero no como ustedes o como yo, ya que no tenemos armaduras, tecnología de combate, superpoderes, armamento ni hacemos saltos acrobáticos tipo Sportacus para esquivar balas, explosiones y rayos repulsores.

En esta película, un par de insectos (a según dicen, eso de las sorpresas es molesto), serán los que pongan el orden: una hormiga y una araña.

¿Qué nos queda de éstas imágenes?

Sin una buena guía psicológica, familiar, espiritual y de saber que eso que está ocurriendo es falso y nada factible en tu aburrida y patética vida, la gente puede creer que está bien dirimir sus problemas con otras personas de bien, con combate a muerte, sacando lo mejor de su armamento como cuchillos, ollas, agua caliente o la correa con que te pelaba tu papá.

Para la gente buena, siempre hay una presión existencial del malestar o incomodidad que pueda haber entre los miembros de su familia, amistades, colegas, compañeros de trabajo o pareja por las cuales quieren desquitar sus frustraciones, irritabilidad y desconsuelo de manera física, pero sabe que no es lo correcto y le duele y lo pone peor. Más lo correcto es así, hasta que un par de películas les dice que sí hay que dirimir un lío, no está mal ponerse en guerra civil o comenzar la justicia a punta de golpe, patada y armas.

Hay algunos que desean que la persona que le está creando comodidad se desmaye o entre en pánico para tener una excusa idónea para cachetearle con ganas, de ser posible con una pala. Sí no comprenden el metamensaje real de estas películas, no esperarán el momento de excusa y lo aplicarán.

Los buenos en ambas películas están peleando por sus miedos combinados con ideales, por demostrar su punto sin aceptar el del otro; el de saber que sí no combaten ellos, más nadie lo hará y podría venir el caos de dictadores.

Los buenos en ambas películas tienen dos de los problemas que poseen más de la mitad de la humanidad: falta de comunicación y confianza. Se guían por lo que significan las siglas de WAR: “We Are Right” (Nosotros tenemos la razón).

Y siempre olvidan que no hay una guerra necesaria, todas son innecesarias y estúpidas. Salvo con los villanos, extraterrestres malignos y los temibles hombres topos del centro de La Tierra.

Como es entre ellos, que tienen los poderes, habilidad, resistencia, armamento y lo más valioso: guiones con final idóneo. Todos quedarán de amigos y se fortalecerán conociéndose, aceptándose y amalgamándose.

Pero esto, amigas y amigos, es algo que no todos querrán o podrán ver; sólo verán la lucha entre quienes tienen poderes y son buenos. Se perturbarán y extrañarán. Lo verán como reprochable (y lo es), pero seguro que lo valioso de asumir el error de luchar, los egos, la parcialidad, la visión unidireccional, la soberbia, la falta de equidad, ni lo notarán.

Sí lo hiciéramos, éste mundo estaría de lo mejor, preguntando antes, para no disparar después.

Mi consejo, vayan a ver ambas películas en compañía de un adulto que hable antes de lanzar golpes; esa persona les sabrá guiar. Sí son solteras libres, me pagan la entrada y un pollo frito para comer viendo la película, con gusto las guío.

Lcdo. ARGENIS SERRANO

Twitter e Instagram: @Humoristech

Maracay, Aragua, Venezuela.