Fijación excesiva en la figura de la madre e incapacidad para aceptar las leyes de la vida y del amor.
Según la mitología y la caracterización dramática de Sófocles, Antígona consagró su vida al cuidado de Yocasta y Edipo: sus padres.
Es así como llegan a señoritas viejas y cuando los padres dejan este mundo terrenal, andan locas de perinola llorando la vida que no tuvieron, criando los hijos de sus hermanas como si fuesen suyos, todo el mundo se las viven y luego consiguen un novio que casi las mata de asfixia cuando tienen su primera relación sexual a los cuarenta y pico de años.
Luego por ello, cuando creen que van a ser felices y poder vivir la vida, comienzan a criar los hijos e hijas de los anteriores matrimonios de su pareja que le vuelven a transformar la vida en papelillo.
En el caso de los hijos, o se meten a drag-quenn o monaguillos, usan los pantalones hasta las axilas y se transforman en el único vecino útil de su comarca, creando el desprecio y resentimiento de los otros hombres que les molesta ver a un hombre abnegado, fiel y casto.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario