Continuando
con el ciclo de ayuda a los enfermos sexuales que gustan de ver el sexo en
otras gentes ya que no lo pueden vivir y que por el bloqueo que da ahora CANTV
a las páginas nopor (así se dice para que las computadoras entiendan que no
estás hablando de songorocosongo encuerados, ellas no entienden que nopor es songorocosongo encuerados y dicho así no se
enterará que quiero hablar de songorocosongo encuerados y no de nopor), vamos a hablar de otra web
donde se hace nopor.
Las
jóvenes son chicas amateur, y se sabe que son amateur porque las mismas van
amateur las ganas que tienen de que las ensarten a buen precio.
Todos
los videos comienzan por el principio, tienen un desarrollo y siempre acaban
igual. Son chicas que jamás han hecho una nopor y llegan de distintas partes de
USA a que les den lo suyo, por aquello (dinero). Tienen entre 18 y 23 años y
están tan buenas que uno se dice “tan bonitas y tan…mal guiadas, se desviaron
del camino del bien”.
Más,
para ser más detallistas, al comienzo del video podemos observar un cuarto de
hotel 4 estrellas. Lo reconozco porque he estado en ellos, como todas las
personas con clase. Sí usted no los conoce, examínese con su médico de cabecera,
o sea, el urólogo.
El
camarógrafo que es el que las contacta, lleva, trae, edita el video, graba, entrevista,
les paga y no las toca porque seguro le gusta que lo ensarten a él también
(pero para eso hace dinero), les da a las chicas un release o contrato donde
ellas aceptan lo que les va a pasar y lo que les va “a” pasar. De esa forma
pagan impuestos (el songorocosongo encuerados al que le decimos nopor es la fuente de ingresos Nº 1
de Hollywood, poco presupuesto, grandes ganancias), no hay demandas y a la hora
que los novios de las chicas protesten, verán que nadie las obligó, ellas
fueron solitas al paredón.
Y
luego, pasan al planchado. No, no a ese, no sean grotescos. Se planchan el
cabello, se ponen algo bonito que igual no van a lucir. De allí pasan a la cama
a una entrevista que quizá no genere mucho interés porque está en inglés y es
paja ver eso. No de esa paja, de la otra.
Bueno,
luego viene un ciclo de lo normal: las chicas comienzan a cepillarse los
dientes con el bicho de cuarta y 4 dedos del actor nopor al que no se le ve la
cara porque es penoso. Se cachetean con él, muerden la base y bueno. Listo.
Luego
se desvisten y explican sus tallas de ropa, de senos, que les da pena mostrarse
en un video que verán millones por décadas, incluyendo sus hijos y seguramente
sus padres que están en la tumba gracias al mismo. Del pensé, pasarán a la
pena.
Acto
seguido viene el acto: caballito cara pa’ allá y cara pa’ acá; de lado, del
otro, de frente, misionero, prisionera, como mariposa de colección, y siempre
ellas con una chilladera en cada embate como sí no sabían lo que les
están…digo, como sí no superan en lo que se están metiendo.
Luego,
una pausa para comer…la misma verga y siguen de perrito con buenas jaladas
hasta que el sujeto se la jala y se viene. Allí, acaba. Bueno no, el video
sigue, la chica sale corriendo al baño con el pegoste en la cara, con un ojo
tapado, apenada por lo que hizo (claro, luego que le bajó el calentón), se
lava, la entrevistan bañándose (tipo de entrevistas que quisiera yo hacer que
sí soy periodista) y termina el video con la duda, ¿cuánto les pagan?
A
veces como que no les basta a ella, porque con pena y todo, hacen otros videos
con la misma gente y en el mismo ciclo y siguen con los gritos y la
chilladera del “oh my God”, como sí God
las mandó a ser sinvergüenzas.
Dicen
que un pelo de vagina mueve hasta una yunta de bueyes; pero el dinero en
dólares, mueve al pelo de vagina, aunque estén rasuradas.
Artículo
dedicado a los sufridos porque ahora tienen que apelar a la imaginación para
pelarsela. Y con hambre, menos imaginan. Sí usted es lector o lectora asidua de
este blog y se horrorizó, pues vea que leyó hasta acá. Yo también me apené
viendo ese video porque no me gusta ver a los demás hacer lo que yo hago muy
bien. Pero la investigación, no es paja.
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