Mis Vacaciones de Viajes y Turismo Mental

No les voy a decir donde laboro, tanto por seguridad como para que no se burlen mío de mí. Pero allí cumplen con las normas y cierran por vacaciones en diciembre, cosa de que uno las disfrute menos.

Automáticamente uno pasa a ser el mucamo, mozo, peón y esclavo de la casa. El lleva y trae, el que sale a botar la basura y a buscar cosas que paga con su bolsillo, viendo como la liquidación anual se ve liquidada en pocas horas.

Pero no todo es malo. Yo soy bueno y también, lo estoy. Todas lo saben pero lo niegan por falso pudor. En estas vacaciones lo primero que hice fue una trampa para ratones y otra para cucarachas, las cuales funcionaron. 

Véase que tenía objetivos vacacionales típicos de alguien que vive solo, pero no, estoy acompañado de mis padres y los tres, de ratones y cucarachas que ya no están, las liquidé. Soy un Terminator.

Luego, fui de polvo en polvo. No ese, mal pensadas, del que les gusta ver que uno trabaja y elimina, limpiando rincones. Porque parece que el sucio del mundo se mete en mi casa por una coalición de vientos alisios y una broma atribuible a la burocraciá cuántica.

Botando peretos (para otros países, cosas menores que ya son casi obsoletas o completamente al basurero). Porque la casa es como la billetera, uno no se da cuenta qué metió hasta que por bulto decide empezar a limpiar.

Como es tradición en diciembre, comenzamos a pintar el frente y algunas habitaciones internas con la esperanza de que se viera hermoso. Al menos logramos que pareciera que se pintó. Mi casa es fea, pero incómoda.

Los preparativos para la cena del 24 y 31 fueron sencillos ya que compramos todo y además cenamos a golpe de 8 de la noche, porque a mis viejos padres luego se les suben los gases y no pueden dormir y a mí, me da hambre a cada rato, mientras antes coma, mejor.

Llevar alegría a los niños en Navidad es una tradición de poca data pero de buenos ratos. Porque a quienes nos gusta el humor, toda sonrisa sincera nos paga y la de los niños es de las más nutrientes.

Para cortar este post sin sentido aquí, todo lo demás fue comer, dormir, Internet en la PC, en el teléfono, en la tablet, leer Condorito, esperar el agua que llega una vez a la semana y de madrugada (por cierto, llegó con el cañonazo del 31 y empecé mi año como mi signo del zodiaco, Acuario, cargando tobos).

Lo de viajar, conocer lugares, hacer compras en centros comerciales, ir de rumbas, pasear con alguna dama, ir a un parque, montar en parapente, grabar un video en una azotea y otras cosas que sí y no se me ocurrieron, no me ocurrieron o por dinero o por falta de los recursos humanos y materiales.

Por eso sigo deseando llegar a los 98 años de edad, para vivir esas y más cosas, varias veces para compensar. Y siempre teniendo empleo y/o negocio propio o matar tigres ya que para tener vacaciones, hay que laborar o de resto, lo que tienes es una vagancia extrema y mucho tiempo para hacer cosas donde vas a despilfarrar un dinero que posiblemente ganas en acciones ilícitas.

Bueno, ahora hasta las próximas vacaciones donde quizá se repita este vieja y disturismo...digo, viaje y turismo.

Argenis Serrano - @Humoristech

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