Con estos versos de Don Andrés Eloy Blanco, hace 25 años noté que mi vida estaba ligada al humor.
A su memoria (y con sus créditos), muchas gracias, Don Eloy.
Martín Pescador se hastía
de la vanidad urbana
y cada fin de semana
se va para Maiquetía
Se lanza a la mar bravía
y en Catia, caliente y sana,
de la noche a la mañana,
se entrega a la pesquería.
En el mar no hay quien se aburra:
una ola es una burra
y otra ola es una potra;
Entre las dos va nadando
y Martín está gozando
una ola y parte de otra.
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