Bien, el primer paso es admitir que
tienes un problema, compras libros de autoayuda. ¿Cómo comenzó?
Hace unos años, me encontraba EMO en
algún lugar del territorio suramericano, estaba deprimido porque no tenía
dinero, ni trabajo y además me habían terminado de manera trágica bajo un
libreto de novela mexicana.
En aquella época, incluso había
rayado los discos de Arjona y Sin Bandera (Advertencia: si llegas a este
estado, es recomendable consultar un psicólogo de inmediato.) buscaba economizar
en cuanto a gastos de salud y conseguí
una salida a todos mis problemas: comprar libros usados de autoayuda.
Ahora que había comprado libros de autoayuda, decía que todo cambiaría
(Bajo la consigna de que me estaban estafando), leía algunos títulos de Paulo
Coelho y de cómo ganar amigos, y una cadena sin fin de libros, que empezaban
diciendo que era la peor persona del mundo pero podía cambiar con constancia
dedicación y una constante inversión de dinero.
De una forma paranormal e incluso
bizarra, conseguí un trabajo como vendedor de Herb…(este… de bebidas y comidas
energéticas bajo consignas de una secta fanática) y alrededor de ello, conseguí
amigos con los que me reunía frecuentemente,
encontrando en el mismo trabajo una nueva novia, un tanto neurótica.
Empecé a comprar los libros
originales, las copias y las descargas no hacían mérito a los consejos que habían
mejorado mi vida, reunía y compras los
audios con mensajes subliminales. ¿Escuchar música? No, mejor escuchaba un
orador profesional de autoayuda.
¿Pero entonces qué sucedió?
Todo acabó una mañana, donde el
optimismo no fue suficiente ante el choreo de mi celular y la cumbia deprimente
de una camioneta camino al trabajo, no podía seguir siendo optimista, había
problemas de verdad.
Decidí dejar de decir las frases
cliché sin sentido de que todo iba bien y de consumir tanto los productos que
vendía, todo se veía distinto, me daba cuenta que había algo crónico a mi
alrededor: tanto mi novia, supuestos amigos e incluso mi trabajo de
pseudosecta, carecían de conciencia, todo era perfecto, enfermizo y con un
efecto constante de sonrisa Colgate.
Por eso terminé todo aquello y ahora vivo en la calle, exorcizando a la gente
que lee autoayuda, robando sus libros y quemándolos, stalkeándolos para que no
cometan el mismo, error de caer ante el control mental y de sobre todo, fingir
que te ayuda un libro que sólo te hace más pobre a final de cuentas. (Le
agarras arrechera al mismo.)
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