NO
HAY RECIPROCIDAD
No
se puede hacer un favor, esperando pago u otro favor a cambio, eso está más que
claro.des que en algunas ocasiones, se pintan oportunidades que son
defenestradas por las personas que no se hacen eco de lo que uno pide.
El
caso es muy sencillo: Noten que cuando sales a tu trabajo y más en el centro de
la ciudad a eso de las ocho de la madrugada, están abriendo las tiendas. Pero
los jefes explotadores hacen que sus empleadas que miden lo que un canuto de tela (1.60
de ancho las telas, que es el alto de ellas) a abrir las santamarías (rejas), cosa que es pesada
y de vainilla el helado, llegan a abrir hasta la mitad.
Entonces,
pasa un caballero que no puede negarse aunque quiera, en este caso y siempre,
yo, y es cuando las mujeres sí me prestan atención y me llaman, para que las
ayude. ¿por qué no llaman a sus novios o hermanos? ¡ahí sí me llaman!
Lo
hago, porque soy un caballero y luego les doy mi tarjeta para que me llamen y
salir a ver qué pasa y en que termina esa noche en algo que...y terminan o
rompiendo la tarjeta, insultándote o llamando a un policía, mismo que debieron
llamar desde un principio para que les subiera el coso ese.
En
resumen: las personas sólo piensan en sí mismo y no en las necesidades,
requerimientos, anhelos o deseos de los demás; estamos consumidos por el yoísmo
y no hay reciprocidad.
Procuraré
taparme los oídos o ir gritando, estoy loco, estoy loco, cuando me pidan ese
favor. Y procuraré no madrugar tanto.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario