De porqué me eché para atrás de invitar a salir a esa Dama

Sí hay algo que muestra los gustos, inteligencia, pundonor, poder, estilo, anhelos, modus vivendi, querencias y demás de una mujer, es su perfil en Instagram. Del mismo se puede saber mucho, ya que cada foto vale más que mil palabras y a foto por día por un año, calculen el cotorreo que te da a entender.


Para muchos y muchas (no confundirme con el bobolongo aquel), de ustedes, la simple idea de analizar a una persona así ha de ser reprobable o con un nivel de 50% de posibilidad de acierto o fallo. En realidad, no sé porqué se ponen en esa, háganme caso y ya.

Cuando admiré sus fotos, -porque a la mujer se le admira-, me di cuenta su gusto por los postres de alta manufactura, esos que son lindos en imágenes, ricos en sabor y malucos en precio. Acompañado de uno o varios Nescafé® o Coca Cola® y como que hace una cata, lo que me hizo prender las alarmas, no principalmente por el precio de cada postre, sino que andar con una pre-diabética por motu propio a costa de mi bolsillo no es amor. Y en segundo, sí, por los precios y por lo continuado que va a esos lugares, siempre en compañía de otras personas porque ninguna le aguanta el ritmo de gasto. 

¿Café con dibujitos?, ¡yo lo tomo negro con uno de azúcar. Pero no, su estilo es el de los baristas y yo, tuve que googlear la palabra barista para saber que son "dibujantes de la espuma del café para aumentar su valor de venta al público".

Tantos niños que no tienen para comer dulce y ella comiéndoselos todos. Eso me dio un pequeño toquecito al corazón, esa falta de conciencia. Allí empezó el resquebraje.

Le gustan las comidas exóticas y más caras, siendo que ya hasta un almuerzo ejecutivo ni los ejecutivos pueden costeárselos, los encarece más, pero a ella no parece dolerle. Sí es de día, acompaña las comidas con varios tragos de Ron de los caros, Whiskey, Vodka o en menor grado, una caja de cervezas que no la rasca ni ligándola con la más baja y repudiable de las bebidas, el anís.

¿El amor es tolerante?, sí. ¿El amor secunda vicios que son caros?, nunca. Otro mandarriazo al corazón de yo. Se están perdiendo los valores, mujer.

Nunca aprendí a manejar, soy un hombre de a pie. Caminar me da salud. En cambio ella se toma fotos conduciendo, lo que no sólo me hace entender que tendría que ayudarle a mantener el carro, algo que no quise para mí, sino que la muy irresponsable se toma selfies al manejar y en cualquier momento, Dios no quiera, va a causar una desgracia como la de llevarse unos puestos de frutas como en las películas de acción. Y los vendedores de frutas venezolanos no se agarran la cabeza y gritan llorando como los de los filmes, no, esos corren detrás del agresor, le hacen pagar y les dan machetazos. 

No quiero enviudar por andar con una negligente, quiero estar con una mujer hasta que seamos tan ancianos que nos vayamos de jeta por el peso de los años.

Tiene fotos en varios países a donde ella (creo) se ha costeado los pasajes. ¿Y sí ahora quiere que se los costee yo?, para mí es una gran falta de respeto de mi parte el quitarle el esfuerzo que ella ya traía de luchar por hacer el dinero para darse sus lujos. 

Eso me da con una bola de demolición en el corazón, pero la aguanto con estoicismo, porque soy un caballero y jamás privaría a una dama de trabajar con ahínco por el dinero para sus lujos.

Como ven, los motivos eran sólidos, bien argumentados, basados en la realidad que ella con sinceridad proyecta en sus fotos. Nada que yo me haya inventado so excusa del monetizar cada instante de su vida. Nada de eso. Por ello me eché para atrás de invitar a salir a esa dama, porque nuestras vidas, obviamente, no coincidían y me pesa, pero el amor es dejar a la mujer libre para que sea feliz, y yo tuve que apartarme para que ella buscara esa felicidad, todo fue por ella.

Los hechos de que me rechazara las invitaciones, me evitara, me bloqueara y ahora salga besándose con otro con quien se le ve muy feliz, no fueron los que hicieron que me echara para atrás.

Bueno sí, pero poquito.

Ella pierde un destino sencillo y básico a mi lado, hombre de sueldo mínimo, por un irreal maravilloso destino de felicidad, solvencia y vida digna al lado de otro, por culpa mía, porque me eché para atrás al ver que sus fotos develaban su destino cuál cartas del tarot.

Espero algún día pueda perdonarme.

No hay comentarios.:

Entradas populares