¿Quién no recuerda su primera caja para jugar en la infancia?, la que muchas veces desplazaba o reemplazaba al juguete cuando se dañaba por obra y gracia de....(inserte acá a quién culpar que no sea usted) o porque simplemente ya nos aburría.
Allí estaba la imaginación a millón. Era desde un carro hasta una nave espacial, la casa de las muñecas o una cocina, la mesa para jugar barajas (para niños tahúres o mujeres jugadoras de ajiley en el futuro). Servía como trinchera, lugar de siestas, cenas o cubrirte si te iban a pelar. Para eso servían las cosas de cartón.
Pero cuando metafóricamente lo que hace un gobierno como el de Venezuela, donde todo parece ser "Marca ACME", teoría reforzada porque nos gobierna el Coyote (Wile E. Coyote), el cartón en esta ocasión toma un giro total y deja de ser un juego inocente, para ser un juego tipo la película SAW.
Y sí, ustedes y yo somos los protagonistas de esta versión criolla de lo que no debía ser. Se pierden vidas, se pierden divisas e inversiones, se pierde tiempo y se pierde la clase. ¿Usted ha visto una clase por allí perdida? ¡si la ha visto, recójala, nos hará falta para la recuperación del país!.
Más hemos notado en las últimas semanas que con o sin lluvia, las cosas de cartón del oficialismo en Venezuela se han mojado y se están desmoronando cual castillo de naipes o ruma de documentos importantes a los cuales les cayó café y se le dañan o una tesis que se le resbaló de las manos y cayó en un charco. Así, de lo más normalito pues.
Todo su andamiaje de guisos, show, edición y montaje, ofertas tipo Televentas (por tiempo limitado), desparpajos, insultos, caletres y caras de piedra, políticas sectarias, actitud contestaria o reaccionaria, tapa chanchullos y que no saben contar chistes buenos, aparte de que les hiede el sobaco y de usar la misma ropita, más su doble vida que ni a los enemigos de Batman se parecen, se está revirtiendo y transformando en cuchillo para su garganta.
Para volver a votar por la persona que monta el cartón corrosivo...digo, corrugado en el país, hay que ser bien alcahuete, costumbrista al chuleo o deberle más de una vela por los favores ilegales recibidos; ser una persona que nada más ve la imagen y no oye ni lee lo que hace; ser como esas parejas que creen que su pareja cambiará y dejará de pegarle o ir a las marchas para comer del kit de pan con mandarina y cerveza y no oye lo que dice; hacerse el tonto o simplemente ser igual de misógino, cernícalo o vividora para estar de acuerdo con él.
Sólo se le puede aceptar a quienes son de izquierda desde siempre. Esos sí están engañados pero creen y saben del estilo de ese modo políticos. Nada más que cantan la canción de la película Annie "él llegará, mañana, tengo la certeza que mañana brillará...el sol".
Si usted quiere cosas en concreto...donde debe ser, y cosas en otros materiales, tangibles, duraderas y dignas, debe acordarse que la línea de gobierno que se lleva ahora no es recta, es circular...o más bien en espiral y es por ello el hipnotismo la forma de gobierno oficial. Fue una desventaja de traer a TUSAM hace unos años.
Las cosas de cartón se le están cayendo al gobierno, pero nos están salpicando. Cuídese mucho, que la inocencia ya debe unirse con la conciencia, así se hacen los hombres y mujeres chéveres, que añoramos ser.
Hasta el próximo "Edicto - Real de los Viernes". Humor y Paz
Argenis Serrano
Allí estaba la imaginación a millón. Era desde un carro hasta una nave espacial, la casa de las muñecas o una cocina, la mesa para jugar barajas (para niños tahúres o mujeres jugadoras de ajiley en el futuro). Servía como trinchera, lugar de siestas, cenas o cubrirte si te iban a pelar. Para eso servían las cosas de cartón.
Y sí, ustedes y yo somos los protagonistas de esta versión criolla de lo que no debía ser. Se pierden vidas, se pierden divisas e inversiones, se pierde tiempo y se pierde la clase. ¿Usted ha visto una clase por allí perdida? ¡si la ha visto, recójala, nos hará falta para la recuperación del país!.
Más hemos notado en las últimas semanas que con o sin lluvia, las cosas de cartón del oficialismo en Venezuela se han mojado y se están desmoronando cual castillo de naipes o ruma de documentos importantes a los cuales les cayó café y se le dañan o una tesis que se le resbaló de las manos y cayó en un charco. Así, de lo más normalito pues.
Todo su andamiaje de guisos, show, edición y montaje, ofertas tipo Televentas (por tiempo limitado), desparpajos, insultos, caletres y caras de piedra, políticas sectarias, actitud contestaria o reaccionaria, tapa chanchullos y que no saben contar chistes buenos, aparte de que les hiede el sobaco y de usar la misma ropita, más su doble vida que ni a los enemigos de Batman se parecen, se está revirtiendo y transformando en cuchillo para su garganta.
Para volver a votar por la persona que monta el cartón corrosivo...digo, corrugado en el país, hay que ser bien alcahuete, costumbrista al chuleo o deberle más de una vela por los favores ilegales recibidos; ser una persona que nada más ve la imagen y no oye ni lee lo que hace; ser como esas parejas que creen que su pareja cambiará y dejará de pegarle o ir a las marchas para comer del kit de pan con mandarina y cerveza y no oye lo que dice; hacerse el tonto o simplemente ser igual de misógino, cernícalo o vividora para estar de acuerdo con él.
Sólo se le puede aceptar a quienes son de izquierda desde siempre. Esos sí están engañados pero creen y saben del estilo de ese modo políticos. Nada más que cantan la canción de la película Annie "él llegará, mañana, tengo la certeza que mañana brillará...el sol".
Las cosas de cartón se le están cayendo al gobierno, pero nos están salpicando. Cuídese mucho, que la inocencia ya debe unirse con la conciencia, así se hacen los hombres y mujeres chéveres, que añoramos ser.
Hasta el próximo "Edicto - Real de los Viernes". Humor y Paz
Argenis Serrano
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