Mi maestro José Inojosa no se podía quedar fuera,
así que mandó algo picante
por la vía postal
Me la llevé hasta el motel
creyendo que era mozuela,
y me enseñó de una vez
mil veces más que en la escuela.
Ella no supo contar,
y es lo que a mí me conmueve
aunque preciso vino a acabar
justo en el sesenta y nueve
Como quiere adelgazar,
se la pasó en la semana,
tratándome de enseñar,
cuál es la dieta alemana.
Yo de dietas no sé mucho,
-le dije al finalizar-,
¡Pero te haré la de Perucho*,
que sí te hará rebajar!
Perucho: *Comer poco, coger mucho.
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