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El Payaso más grande que parió Venezuela, Popy. |
NUNCA DIGAS "POBRECITO EL QUE NO ES
PAYASO", EXCEPTO LOS QUE PARECEN, PERO NO SON...
Ese que sale en las fotos
con su novia con cara de “esa cámara me va a robar el alma, pero no a mi
mujer”, mientras ella sonríe. Y luego ella nota que ni así le saca una sonrisa
de pareja y se va. No sabe el valor de una sonrisa, como sí la sabe un payaso,
que es más franca, que pintada y que sirve para recordarle a la gente, su
felicidad.
El que en una fiesta no se
desinhibe sino es con alcohol, donde ya pasa de “hacer de payaso” a “hacer
bufonadas de borracho”, y como borracho no vale, las risas no son con él, sino
por él. Mismas que le borran la sonrisa cuando lo etiquetan en Instagram con el
hashtag #ElQueSeRascóYLaPuso
“Si te vas a morir, hazlo
con una sonrisa” o “por qué tan serio”, son dos mensajes que dejó El Guasón. Si
bien no vas a ser un payaso psicópata, al menos sé un payaso que distraiga de
la amargura y los malos. Que el “morir de la risa”, sea matar al aburrimiento,
temores y desesperanza.
A veces hay que ser payaso
sin maquillaje ni trajes graciosos. Lo de los zapatos con respecto al tamaño de
nuestro vara dadora de vida, es relativo, porque sólo el negro del WhatsApp podría corresponder a tal tamaño. Entonces sé
payaso en la oficina, en la calle, en las reuniones y hasta en funerales, pero
no por ser el alma de la fiesta (menos en las funerarias), sino para ser el que
recuerde que por una mala, la compensación deben ser tres buenas y con sonreír,
ya llevas un de tres y vas por buen camino.
Hay quien tiene
coulrofobia y no sabe…que ese término existe. Es el miedo irracional a los
payasos. Porque alguien que se encarga de hacerte reír hasta en sus performance
más desdichadas, no debe darte miedo. Ese miedo sí se lo puedes tener a los que
se las tiran de payaso cuando su obligación es ser serios, que no es más que la
políticofobia o fobia a los que salen en cadena a decirle a los que tienen
hambre y problemas, que el país está bien con su cara sonriente a lo Halloween
o Stephen King.
Pobre del que no ha sido
payaso para hacer reír a un niño en su lecho de enfermo, en su tristeza, su
hambre o soledad. Eso le ha dado motivos y buenos propósitos a millones de
niños nobles en la historia de la humanidad, ¿por qué no ahora?; hagan favor de
no creer esa payasada que reír no es primordial en medio de tanta desgracia.
Popy, Krusty, Gaby, Fofó y
Miliky, Patch Adams. Sí a ellos les sirvió hacer felices a los que temían
serlo, pues a usted y a mí también. Una sonrisa no ha matado a nadie, al contrario
de una tristeza.
Y sí, detrás de la careta
del payaso, hay una persona que sufre sí los demás sufren; pero sigue siendo
ese payaso de corazón y busca resolver por los demás y por sí. Porque así, son
los héroes.
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