Iba sentado en el
bus, en el asiento del lado de la ventana, para los que creyeron que iba en el techo, evitando el contacto con esas señoras que iban de pie y me veían con cara de juzgarme, sentenciarme y de verdugas, no sé el porqué, y leí
un letrero muy llamativo que decía alquiler de villas en menorca.
Entonces, para
mantener mi mente alejada de tan incómodas miradas que de haber sido laser me
cortaban en trozos y me vendían a buen precio (el que valgo), me puse a soñar
con ese paraíso llamado Menorca, el que vi en la televisión y que luego
ratifiqué en Internet.
Irme de costa a
costa, haciendo senderismo, viendo ese mar que invita a nadar, invitación que
yo aceptaría, porque a una dama no se le niega el placer. A eso le dicen
senderismo y de verdad que serán senderos de gozos, vaya como me vaya. Sé que
me irá bien, no hay forma que no me vaya así.
Apostar en las
carreras de caballos, sea individual o en carreras de trotones. Veloces
corceles, no como en ese bus que iba con un caballo de fuerza y era bastante
débil. Eso hacía que las miradas de las mujeres tuviesen más tiempo.
No sólo hay
ventajas económicas y paradisíacas en Menorca; lugares de ensueño, con precios
bajos y gozo alto, dignos de mí y de mi familia, porque trabajamos para ello.
Indigno era ese bus y que esas mujeres me estuviesen desnudando con la mirada.
En Menorca puedes
alquilar barcos, carros, bicicletas por igual de barato. El turismo en verano
de Menorca es integral para que goces, realices tus sueños, llenes tu cuerpo de
fortaleza, vigor, frescura, buenas vibras. Me di cuenta que aunque sé que las tengo,
necesitaba más, porque esas mujeres que seguían de pie y me veían sentado,
también querían y me la robaban con la mirada, ya era obvio que me deseaban, no
sé qué, pero así era.
Allá en Menorca,
cada verano van visitantes a disfrutar de la espeleología, el piragüismo, sus
parques, playas, jardines, ver su ecosistema, parques nacionales, restaurantes,
lugares culturales, históricos y recreativos porque saben que lo que allá hay
es vida, de la buena, de la honorable, de la que no es cara sino que es
asequible.
Bueno, como ya
dije, no más con pensar en la villa donde uno puede residir en sus vacaciones, ésta
es más barata que un hotel y más humanista que esos; una villa es práctica y
cómoda. Esa villa te permite observar desde un plácido lugar, otros lugares
lindos, no como ese bus donde iba, que lo único bueno que me ocurrió fue ver el
letrero del alquiler de villas en menorca.
Extrañamente cuando
me bajé, las mujeres dejaron de verme, quizá ocupadas entre ellas de agarrarse
por los moños por ese puesto tibio y perfumado que dejé libre y que ellas
pudieron obtener de haberse montado en la parada anterior a la que yo me monté,
¡hay que hacer las cosas bien, señoras!.
Yo, por mi parte,
iba fantaseando con ese sueño que quiero y puedo hacer realidad, ir a España a
su mejor lugar para disfrutar el verano, Menorca. Y lo necesito, debo olvidar
que de usual me monto en bus para no conducir, cosa que sí haré allá, porque
Menorca es ¡pa' gozá!
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