Los haters tienen una verdadera crítica constructiva, ya
que construyen una montaña rusa de enredos, desaciertos, desdenes, suposiciones
que -y no es sorpresa-, termina encontrando más público que les siga, porque
aunque no lo creamos, hay mucha gente que fue amamantada con vinagre y se cayó
de la cuna cuando chiquitos, a diario.
Aunque los haters están en todas partes, vamos a
enfocarnos nada más en el mundo de las revistas, cine y televisión para que
vean que el camino que llevamos va directo al barranco y lo peor, es que se
cobra peaje.
La crítica constructiva de los haters
Hay quienes asisten a una tienda de cómics México,
Francia, Argentina, Grecia, etc., y comienzan a criticar las nuevas visiones de
los personajes, sin haberlas leído. No sé si le tienen miedo a lo bueno, han
sido muy decepcionados o es que no quieren sacar la revista o la novela gráfica
de la bolsa, porque se las cobran.
Ciertamente hay títulos que decepcionan o sagas que
parece que lo que quieren es ordeñarte el bolsillo y se hacen más larga que un
manga, buscando siempre la forma de que gastes más o mientras se les ocurre un
final.
Pero no siempre es así, pasa tan pocas veces que los
haters se tendrían que meter la lengua en el asterisco y quedarse en esa
contorsión mucho tiempo, más no lo hacen porque no tienen la moral para reconocer
su error y porque ya están distraídos odiando las siguientes publicaciones,
propio de los seres que no tienen vida propia.
En el predio del cine, claramente que nos hemos llevado
chascos, pero aferrarse a que una forma de narración tenga que ser oscura,
dolorosa, donde los héroes la pasan mal, sólo para satisfacer sus egos, hace
que más que haters, sean los propios herederos del Marqués de Sade.
Por ejemplo, la película de Superman la atacaron hasta
más no poder porque el protagonista no era el anterior, incluso diciendo el
anterior (Henry Cavill), que el nuevo le parecía bueno y la película le
encantó.
Si alguien no puede hacerle caso a Cavill, es entonces un
ser que odia a la vida y no es de fiar. Además, la película fue salvada porque apareció
un perro bonito y eso le hizo apta para toda la familia, algo que mejora al
cine y genera más dinero. Bueno, a los padres con varios hijos les pega en el
bolsillo, pero nadie les manda a hacer más de la cuenta.
Las series de televisión son las que más reciben crítica
constructiva, porque todos construyen hipótesis, guiones, suposiciones, hacen
escritos, videos y marchas a favor de que sus ideas sean tomadas en cuenta.
Y cuando la serie toma otro planteamiento, se transforman
en haters porque no siguieron los planes que ellos les sugirieron a través de
Facebook. ¿por qué estos enfermos desobligados no se hacen sus propias series,
ya que lo ven todo tan fácil?
Mucho peor se comportan si uno dice que va a ver tal
serie o documental. Te acusan de cualquier cosa por no apoyarles o te cuentan
sus teorías conspiranoicas, mismas que sus padres y demás familiares les han
dado como motivo para botarlos de la casa si vuelven a tocar el tema y, para
drenar eso de sus sistema, se van a las calles y redes sociales a atormentar a
la gente con sus reláficas que nadie les pidió.
Y a estas alturas, los haters deberían…
Ya no ser tomados en cuenta, total, ellos no nos compran
las revistas, nos pagan las entradas o pagan las suscripciones al streaming y
uno puede leer, ver y admirar lo que a uno le gusta y sacar sus propias
conclusiones.
Por eso es que aseguro que la de ellos no es una crítica
destructiva, sino crítica constructiva, porque nos obligan a construir un
frente seguro en contra de aquellos que están faltos de vitaminas o de que sus
padres les asestaran unos buenos correazos correctivos, para que procuren
convivir y no estar buscándole la quinta pata al burro. O mejor, en su caso,
que se la busquen y se queden con ella bien abrazados y besándola hasta que se
les quite lo haters o le agarren el gusto y tengan otra cosa en qué
entretenerse.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario