Hace poco fueron a quemar una incautación de marihuana en un terreno de San Joaquín de Carabobo. Gente fue a protestar muy iracunda y mientras la quemaban, la gente iba pasando de la ira a la calma y luego a la risa.
Allí me di cuenta que todo con esta hierba es relativo. Porque
si usted tiene un vaporizador de marihuana adquirido de manera legal para que caliente al cannabis hasta el
punto de consumo, usted está haciendo algo legal y a su vez, necesario, porque
de usual esto es para la salud.
En cambio, si hacen como la viejita a la que le dijeron
que la marihuana era buena para las rodillas y al encontrarla fumándosela le
dijeron, “no, abuela, es para aplicarla en las rodillas”, agarró y se dio otro
pasón y le echó el humo a ambas rodillitas enfermas, porque así no perdía nada
y le parecía más práctico.
Están quienes promueven a la marihuana como un modo de
vida, como Snoop Dog, que el día que se le acabe el porro, se muere, por eso no
tiene uno con filtro, sino uno “sin fin”.
Otro era Bob Marley que la tenía como una identidad y ciertamente
le alejó de varios males de salud. Pero como cualquier remedio, no era para
todo y el día que pisó un clavo oxidado jugando fútbol y no se quiso colocar la
inyección contra el tétanos, pensando que la marihuana lo salvaría también de
esta, al estar viendo a la pelona cercana seguro esta le dijo “hay un remedio
para cada cosa” y le cortó las rastas de su vida.
Marihuana para la fuerza
Hay comediantes, actores, políticos, cantantes que se dan
su metrallazo de marihuana para la valentía. Con eso aguantan con euforia y una
sonrisa de oreja a oreja que se hace contagiosa. El que la procesión vaya por
dentro es otra cosa que ellos aceptan porque es secuela de sus aspiraciones en
la vida.
¿Vieron?, dije aspiraciones con intención soterrada hacia la marihuana, ¡soy
un genio!
Existen quienes luego de la pérdida de un ser querido se
echan su trancazo con marihuana para olvidar y se les acaba el duelo porque les
gana la risa. Atrás quedan pues los chistes de velorio, el mejor lugar para aprender,
echar y disfrutar chistes mientras hay alguien en un ataúd. Quizá es porque
ahora hay menos velorios porque a la gente la creman.
Por cierto, ¿Se imaginan que a la gente la cremaran con
unos 20 gramos de marihuana?, ¡Allí irían todos los deudos y amigos a la última
exhalación (de parte de ellos), haciéndole compañía al difunto!; hasta podría
volverse una tendencia mejor que la de la gente que contratan para llorar en
velorios, pudiéndose hasta cobrar la entrada y así minimizar los gastos del
sepelio.
¡Ideas tengo, lo que falta son emprendedores / inversionistas que las
pongan en práctica!
Pero en serio
Quien llegue al mundo de la marihuana, que lo haga con
plena conciencia y sin total dependencia a ella. Que lo haga bajo la más
estricta vigilancia médica para que no se desfase y termine vendiéndole el
televisor y el Play Station 5 a otro
que no sea yo por menos del 90% de su valor real para comprarse su asunto.
Que lo haga para curarse y no para enfermarse. Que cuando
sienta miedo, esta sea una opción pero no la primera, mejor es que salte,
brinque, llore y coma un kilo de chocolate para bajar el susto. Aunque con un
kilo de chocolate, si brinca y salta, se descose su intestino mucho más rápido.
En fin, la marihuana da risa, al menos la medicinal; pero
la ilegal no, esa trae llanto.
Así que tú decides de qué bando eres, del que ríe o del
que llorar, del que lo hace por la salud como causa o quien lo hace porque de su vida,
perdió el cauce.
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