El ser humano desde
que nace debe aprender y lo hace aunque no se dé cuenta (o no quiera). Ya con
la primera nalgada el instinto de supervivencia se abre y es el primer
aprendizaje: Si no respiras, te darán nalgadas.
Ya pasarán años antes
de que aprendas a que nadie te tenga que dar una palmada en el trasero para que
reacciones y si lo intenta, sabrás cómo defenderte. A menos que eso te guste,
ya allí no nos metemos.
No se justifica el no querer aprender
Ya la tasa de
analfabetismo es chiquita en el mundo. Pero siguen existiendo personas que no
quieren pasar del sólo saber leer,
escribir, sumar y restar, porque creen que su lugar en el mundo no es
aprender.
Sí, esas personas
tienen teléfonos inteligentes en sus hogares, acceso a Internet, familiares que
lo estimulan y siguen con el temor de estudiar en línea formarse, porque no
creen merecerlo. Y eso no nos da risa.
Lo que nos alegra es
la esperanza que la Internet brinda y que debemos poder canalizar para que la
gente se sacuda la modorra y aprenda un poco más. Quizá no vayan a las
universidades formales, pero realizando los mejores cursos online, lo que ellos llaman la universidad de vida,
será más formal, interesante, un reto sabroso que va como que “picando” y
terminan diciendo “quiero más cursos, dame más cursos”, cosa que es mejor que
gasolina, como pedía la mujer de la canción.
Decidir el qué estudiar en línea
Hay como que muchas a
demasiadas opciones. Pero son idóneas para quienes creen que no pueden y al
final se dan cuenta que sí pudieron. También para quienes tienen un oficio y
quieren desencasillarse o para quienes son profesionales y desean salir de ese
mundo rosa o unidireccional y probar nuevas cosas, independientes o que se
mezclen en el Martini de sus vidas.
Una persona que
trabaje barriendo calles o recogiendo basura, puede realizar cursos en línea
para saber reciclar, reutilizar materiales, ayudar al ambiente. Y de allí,
tener un nuevo negocio para llevar sustento al hogar. ¿Cuántas sonrisas alegres
no existen cuando la gente le da a su familia lo que necesita con holgura?,
¡Eso sí que es buen humor!
Un artesano que
decida estudiar en línea, puede aprender administración, diseño de páginas web,
embalaje, comercio y llevar sus productos a otro nivel y ganar más. Aprendiendo
en un curso algo que se adapta a lo que su oficio familiar o empírico, le ha
aportado.
Cuando los
profesionales buscan estudiar en línea otras opciones como el marketing, redacción
profesional, idiomas, gerencia, certificarse o especializarse, no sólo aprenden
a venderse a sí mismos, sino que visualizan otros negocios que terminan siendo
entradas extras para ellos y nuevas fuentes de empleo.
Y el que trabaja es
feliz (especialmente cuando le pagan el salario, los días libres, vacaciones y
horas de salida). Ello proviene de haberse formado tanto en la educación formal
presencial como con los mejores cursos online atinentes a su área o bueno,
también a otras cosas, el estudio en línea es como el presencial, no limitativo.
Si las oportunidades
no son limitativas, no es justo que tú te límites. Date el rato y haz un curso
y luego otros. La Internet te da chance de estudiar, investigar y aportar. Eso
te hará feliz, ya lo verás.
Y cuando tú eres
feliz con algo que haya dicho aquí, siento que mi trabajo está hecho. Te lo
dice alguien que se siente orgulloso con cada curso que hace, así sea pequeñito.
El conocimiento no duele, la falta de él, sí.
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