Desde mi infancia logré notar el histrión que era, tanto que pudo hacer algo que no muchos actores en nuestro país ha logrado: Tener un sólido show con su propio nombre artístico, ese alguien es José Díaz y su programa “El Show de Joselo”.
Su nombre y apellido tienen en el medio artístico mucho linaje. Llegó al mundo del humor en Venezuela en la casa de los mejores cómicos y humoristas: Radio Rochela. Ahí se hizo parte del nombre que mantuvo, el mismo que le catapultó de RCTV a Venevisión. Allí en su propio show hizo realidad una frase que él mismo repitió en sus personajes: “Yo soy como el cisne, cruzo por el pantano y no me mancho…el que se mancha es el pantano”.
No hay quien no sepa que aparte de ser el “Condorito” venezolano, esto por su capacidad de hacer cualquier personaje, virtud que ocupó en su show de estar en todo sketch con soltura, podemos llegar a pensar que uno de sus escritores, Manuel Graterol “Graterolacho” de manera conciente o no, tomó de él la idea e imagen del diario que publicó luego (El Camaleón), pues Joselo en la vida pública lo es: Se queda con el que manda (manda billete).
Una vez tuvo que regresar por un corto período a RCTV, para luego retomar sus martes en Venevisión (quién sabe qué pasó en ese instante). Sus ataques los acrecentaba en la etapa del survey, por ser su programa un caballito de batalla. Él mostraba su tendencia a estar “donde hay” y “donde le dieran”; quien manda puede contar con la desfachatez de un cómico interesado, que vio como su proceder le costó su carrera en el humor, con su salida de Venevisión para luego hacer programas fallidos en Venezolana de Televisión.
Recuerden aquel sketch en que tenía un cuadro de dos caras con la foto del mandamás de AD o COPEI, para complacer a quien se le acercara. O su personaje “el Guabino” son ejemplos de su esencia ya desinteresada en el humor, sólo en el dinero.
Desde hace tiempo muestra su cara en los programas de VTV, entre ellos “La Hojilla”, defendiendo a capa y espada al gobierno y burlándose de la oposición o independientes, sin ver la atadura que es para el humor ello. Si hiciera una retrospectiva observaría que sus personajes tenían algo contra la política y representaban sectores de la sociedad y la mente como el Mendigo, Joselito, Dr. Chimbín. Ni siquiera se toma la molestia de hacer catarsis y hacer un humor más general para aliviar tensiones, quizás para no seguir la senda del Nené Quintana, quien queriendo hacer humor amplio en VTV salió con un palmo de narices por no hacer contraataque como el resto de la programación y personal aún luego de que mostrara abiertamente su adhesión de corazón al régimen.
Joselo se siente paria con respecto a la que fue su formadora, la Radio Rochela y RCTV, pero ellos nunca le atacaron. Si recuerdan hace unos años en un aniversario del programa fue invitado y por primera vez vimos un duelo de humor entre él y Emilio Lovera, en compañía de Norah Suárez, quien fue su pareja humorística muchos años y Roy McCoy, su sobrino que de a poco se hizo puntal de Radio Rochela con un estilo peculiar y único de improvisar aunque con rasgos de su tío al moverse, siendo víctima igual de la ofensa a la Radio Rochela que ahora este espurio hace.
Sí, espurio, pues reniega de su otrora casa al burlarse a través de las pantallas de Tves de la famosa canción “Se va la audición” lo cual es una muestra desagradable, ofensiva y de bajeza, como lo es la humillación al que no puede defenderse; espurio pues ahora reniega, se burla y sigue sin ser creativo, sólo se escuda en hacer proyectos o impulsar a otros para que le coloquen de líder de un humor que ya no tiene. En fin, Joselo y su humor son un recuerdo que puede él mismo hacer ingrato, mientras siga haciendo el papel de un pollo en brasas “que aún estando quemado, sigue exhibiendose dando vueltas y vueltas”.
Su nombre y apellido tienen en el medio artístico mucho linaje. Llegó al mundo del humor en Venezuela en la casa de los mejores cómicos y humoristas: Radio Rochela. Ahí se hizo parte del nombre que mantuvo, el mismo que le catapultó de RCTV a Venevisión. Allí en su propio show hizo realidad una frase que él mismo repitió en sus personajes: “Yo soy como el cisne, cruzo por el pantano y no me mancho…el que se mancha es el pantano”.
No hay quien no sepa que aparte de ser el “Condorito” venezolano, esto por su capacidad de hacer cualquier personaje, virtud que ocupó en su show de estar en todo sketch con soltura, podemos llegar a pensar que uno de sus escritores, Manuel Graterol “Graterolacho” de manera conciente o no, tomó de él la idea e imagen del diario que publicó luego (El Camaleón), pues Joselo en la vida pública lo es: Se queda con el que manda (manda billete).
Una vez tuvo que regresar por un corto período a RCTV, para luego retomar sus martes en Venevisión (quién sabe qué pasó en ese instante). Sus ataques los acrecentaba en la etapa del survey, por ser su programa un caballito de batalla. Él mostraba su tendencia a estar “donde hay” y “donde le dieran”; quien manda puede contar con la desfachatez de un cómico interesado, que vio como su proceder le costó su carrera en el humor, con su salida de Venevisión para luego hacer programas fallidos en Venezolana de Televisión.
Recuerden aquel sketch en que tenía un cuadro de dos caras con la foto del mandamás de AD o COPEI, para complacer a quien se le acercara. O su personaje “el Guabino” son ejemplos de su esencia ya desinteresada en el humor, sólo en el dinero.
Desde hace tiempo muestra su cara en los programas de VTV, entre ellos “La Hojilla”, defendiendo a capa y espada al gobierno y burlándose de la oposición o independientes, sin ver la atadura que es para el humor ello. Si hiciera una retrospectiva observaría que sus personajes tenían algo contra la política y representaban sectores de la sociedad y la mente como el Mendigo, Joselito, Dr. Chimbín. Ni siquiera se toma la molestia de hacer catarsis y hacer un humor más general para aliviar tensiones, quizás para no seguir la senda del Nené Quintana, quien queriendo hacer humor amplio en VTV salió con un palmo de narices por no hacer contraataque como el resto de la programación y personal aún luego de que mostrara abiertamente su adhesión de corazón al régimen.
Joselo se siente paria con respecto a la que fue su formadora, la Radio Rochela y RCTV, pero ellos nunca le atacaron. Si recuerdan hace unos años en un aniversario del programa fue invitado y por primera vez vimos un duelo de humor entre él y Emilio Lovera, en compañía de Norah Suárez, quien fue su pareja humorística muchos años y Roy McCoy, su sobrino que de a poco se hizo puntal de Radio Rochela con un estilo peculiar y único de improvisar aunque con rasgos de su tío al moverse, siendo víctima igual de la ofensa a la Radio Rochela que ahora este espurio hace.
Sí, espurio, pues reniega de su otrora casa al burlarse a través de las pantallas de Tves de la famosa canción “Se va la audición” lo cual es una muestra desagradable, ofensiva y de bajeza, como lo es la humillación al que no puede defenderse; espurio pues ahora reniega, se burla y sigue sin ser creativo, sólo se escuda en hacer proyectos o impulsar a otros para que le coloquen de líder de un humor que ya no tiene. En fin, Joselo y su humor son un recuerdo que puede él mismo hacer ingrato, mientras siga haciendo el papel de un pollo en brasas “que aún estando quemado, sigue exhibiendose dando vueltas y vueltas”.
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