ENTREVISTA CON EL VAMPIRO QUE A DIARIO NO VE LUZ


La cripta del vampiro nos muestra que es un chupasangre que piensa en sí mismo por sobre todas las cosas y seres vivos. Esto lo decimos porque tiene 4 aires acondicionados de 220 voltios y 3 ventiladores de huracán.

El vampiro está en su escritorio, sepultado tras una montón…de documentos. Allí comienza rápidamente nuestra entrevista, especialmente por el gran deseo de irnos.

Por favor, para la cámara y la grabadora, diga su nombre y profesión.
Usaré una voz humana que su grabadora pueda captar sin que sus oídos se estremezcan y sangren.

¿No le gusta la sangre acaso?
Con cerilla de oído no, la pone piche.

Por favor, los datos solicitados…
Mi nombre es Conde Vlad, pero me pueden decir Drácula, Doctor Alucard, Nosferatu.

¿Conde Pátula o Pargula?
El que sea vampiro no quiere decir que esté mordido de murciélago o sea raro.

Dispense usted. ¿Por qué tantos nombres?
Para agarrar preguntones. Pero también soy un Conde y podemos hacer esas fruslerías.

¿Es usted pura maldad?
No, digan lo que digan de mí, realmente no soy mala sangre.

¿Pero qué de bueno puede tener ser un vampiro?
Lo mejor de la no-vida de los vampiros -dice- es que nos pasa¬mos casi todo el tiempo muertos de felicidad. Cada día, apenas amanece, acudimos a nuestras tumbas y nos encerramos en ellas, hasta que la luz se acaba

¿Qué hace un vampiro en su tumba?
Nada. Precisamente por eso somos vampiros, porque somos incapaces de hacer nada. Un vampiro no puede amar realmente (acá desmiente a vampire diaries), ni crear, ni divertirse. Por eso le horroriza encontrarse en horas labora¬les fuera de su tumba. Entonces, el vampiro se desintegra.

¿Porque no puede soportar la luz solar?
No; porque no sabe qué hacer con su tiempo.

¿Y cómo se las arreglan para hacer nada?
Hay un método infalible, que es reunirse. Los vampiros sabemos que un hombre solitario terminará por hacer cualquier cosa, desde trabajar a jugar e incluso pensar, lo que es insoportable. El vampiro, mientras está reunido, siempre tiene que prestarle atención a las tonterías que está diciendo otro vampiro, de modo que le es perfectamente imposible aprovechar su tiem¬po en algo útil.
Técnicamente es la estrategia que usan nuestros humano-similares de la Asamblea Nacional y Concejos Legislativos, en este país y el resto del mundo: Cuando se sientan a pensar, lo único que consiguen es…¡sentarse!

¿Tiene usted familia?
Sí, Mi esposa Draculona y mi hijo Draculito. Creo que Draculona me montó cacho, porque hace días le dije a Draculito que si quería un vaso de sangre y me dijo que quería una merengada de fresa con pitillo extralargo; tengo una adolescente de un flirteo que tuve; ella se llama Draculienta, joven de 329 años que me tiene desencantado, hace unos meses la clavaron en el cementerio y ya tengo mi próximo nieto, que será sangre mestiza porque se buscó a un negro que para morderle el cuello, hay que hacerle primero una demarcación con amarillo vial para saber dónde lo tiene.

¿Los vampiros son cortos de vista como los murciélagos?
Bueno mi hija como que sí, la he visto con el negro y en vez de chuparle la sangre por el cuello, lo hace por debajo del ombligo. Ella me explica que por tener tanto tiempo en estas latitudes, le gusta es la sangre de la morcilla. Yo aún no la entiendo.


¿Es cierto que el vampiro chupa la sangre de los seres normales?
Simbólicamente, como en la misa hacen los curas pero con vino que los pone sabrosones, acompañado de galletas. La sangre es el tiempo porque fluye y es también la fuerza vital que crea infinitamente (sangre de tu sangre, etc.). Nos alimentamos del tiempo y de la fuerza creativa de los otros, hasta que los hacemos iguales a nosotros.

¿Vampiros?
No, seres incapaces de crear.

¡Qué mezquinos! ¿Les es difícil encontrar víctimas?
Al contrario, vienen de rodillas a pedirnos que los admitamos en las tumbas. Mientras más admitimos, más quieren entrar. Son llamados Emos algunos y los otros son cuatriboleaos, de esos que gustan que se las chupen.

¿Odia el vampiro la cruz?
Sí, pero por motivos distintos de los que la gente cree. La cruz es un símbolo, del sol y de la vida, al que tratamos de neutralizar superponiéndole cadáveres antes de usarlo en nuestras tumbas. Aún así, nos estremece, porque nos recuerda al principal objeto de nuestro odio.

¿Dios, Jesús, Santos, etc…?
No, nos referimos al pájaro en vuelo.

¿Al pájaro en vu…?
Claro, cargamos la cruz de que los vampiros somos ratas que pretendemos imitar a los pájaros.

¿Y en qué han fracasado? ¿Se siente usted una rata?
No sabemos cantar. A veces me siento rata, pero me respondo de inmediato ¡¿Cuándo se ha visto una rata con la cola por delante?!

¿El vampiro no canta?
No. El vampiro chupa.

¡mmmmmmmmmm! Este...¿Qué opina de esos nuevos vampiros que salen de día y van al colegio a buscar victimas como la película de Megan Fox o las series de vampiros que se enamoran, etc?
Primero, Megan Fox es del tipo de sangre que me gusta, sangre de actriz que se ha ganado el puesto chupando…

¿Ah?
Sí, chupando el talento de otras más avanzadas y luego se hace una chupa dólares con su físico y ese color blanco cal con aire gótico que me recuerdan a una novia mía que me chupaba la sangre.
Con respecto a los vampiros que salen de día, todos sabemos que son mutaciones de vampiros y humanos que en vez de usar un lubricante normal al tener sexo, se echaban bloqueador solar de Coopertone. Eso los hace invulnerables al sol.
No sudan, no engordan y pueden buscar víctimas en todos los lugares donde van los jóvenes, menos McDonald’s, Burguer King, Cines Unidos o Cinex.

¿Y por qué en esos sitios no?
Porque ya allí los desangran sus jefes y supervisores, nada les podemos sacar.
Y el vampiro se enamora porque tienen necesidad de sentir, pero no siente. Así que ama lo que la otra persona hace o le puede aportar como humano, léase: planchar, lavar, cocinar y alimentar a nuestros murciélagos. También limpiarle el popó a los zombies que se desarman por todas partes, incluyendo el recto.

¿Qué perspectivas ve para su raza en Venezuela?

Ahora que hemos tenido tanta competencia en televisión, en el cine, en la política, comercio, bancos y las agencias de damas de compañías, sin contar nuestros queridos casinos y latifundistas con cargos relevantes en los sectores poderosos y que nuestros lacayos, los que ustedes llaman malandros y que han enviado mucho material a las tumbas, estamos en crisis, porque un vampiro no puede alimentarse de otro vampiro.

¿Y eso? ¿Tigre no come tigre?
¡En efecto!. Un vampiro no tiene sustancia. Por eso, no tenemos a quién chupar.
Otro problema es que hay muchas epidemias endémicas por culpa del gobierno. No se imagina la mala pata que tuve la semana pasada: 3 con dengue hemorrágico, que es sangre piche; 2 con hepatitis, 1 con ETS y 4 que comieron perro caliente con cebolla y salsa de ajo. ¡Eso es mala suerte y falta de salud del pueblo!

O sea, ustedes están decadentes y solos.
Sí, requerimos mucha ayuda amigo mío. Usted, que todavía tiene sangre, debe colaborar con nosotros. Usted debe venir a horas fijas a nuestras tumbas, entregarnos su tiempo para nuestras reuniones, nuestros pequeños ritos, nuestras rumbitas sepulcrales. Usted. . .

Mi fotógrafo notó que yo estaba aletargado ante la hipnótica voz del vampiro. Usó el flash y me despertó, asustándole a él.

¡Epa! ¿Por qué la hipnosis?
¿Qué hipnosis?, yo solo hablo suave, suave, suavemente y usted…

Saqué de mi bolsillo un espejo, y se lo mostré (no pregunten por qué tenía yo un espejo).
¡Escóndalo, escóndalo! -aulló el vampiro-. No podemos soportar los espejos.

¿Porque les reflejan su propia imagen?
Porque no nos reflejan, y eso nos recuerda que somos nada.

Cubriéndonos con el espejo, como si fuera un escudo, recorrimos el laberinto de criptas, salas de espera, mausoleos y archivos, a medida que sonaban amenazadores los relojes que marcaban la hora de dejar la tumba. El sol caía.
No sé por qué pero al salir noté que había mucha gente con cara de muertos vivientes. Todos salían de las grandes edificaciones de la ciudad y hacían cola para los autobuses con pinta de funerarios, por el mal estado de los mismos y que los transformaban en ataúdes gigantes. Sus ojos sin vida buscaban en vano un ser viviente. Eran personas que estaban cansadas de la rutina y que les sacaran la sangre en sus empleos sub-pagados.
Comparada con los esbirros del vampiro que salen de noche, realmente que los que decimos estar vivos, realmente que ¡no tenemos vida!

Y si quieres colaborar con este Vampiro que ya no es ni tocado por los Corraleros de Majagual, ni se lleva una mujer, envía este post a tus amistades en tu red social favorita:

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