Publicación automática a la 1:15pm, hora exacta de mi nacimiento y por ende, el cenit de mi cumpleaños. (Dato realmente desinteresante ¿cierto?).Mi abuelo materno (en la foto) tenía la tendencia de preguntarle la edad a la gente y luego complementar con el “años perdidos”. Creo que lo hacía por: 1) Hacer incomodar a la gente y que esta le demostrara que se equivocaba; 2) Para hacerle estremecer con la verdad; 3) Aprovecharse de que era anciano y hacer sentir mal a la gente sin temor a que le volaran una mano por el hocico; 4) Todas las anteriores; 5) Ninguna de las anteriores; 6) No sé/ No opino. Tengo 36 años perdidos entonces.
Por ello quise agarrarme de esa expresión y medir mi vida; pero como hay tantas cosas que ninguna persona debe saber o podría tener pesadillas si es hombre o sueños húmedos incontrolables de ser mujer, busqué algo que fuese corto y escaso, breve o inexistente en mi vida. No, no hablaré del amor o el artículo terminaría aquí, me referiré a fechas gloriosas como hoy 27 de enero en mí historia, específicamente los cumpleaños:
2 a 6 años: A mi madre le dijeron que había que celebrar fiestas por 7 años seguidos por lo menos o se rompía el ritual. Ella sólo se saltó el ritual, ya que del 2 al 6 fueron tortas con quien estuviese allí ese día, de usual había gente porque vivíamos arrimados y mi familia y sus vecinos le meten muy de frente al arrocero.
7 años: Esta fiesta fue muy impactante, todo estaba listo para la diversión, el disco de “Enrique & Ana” era el que amenizaría y cuando estaba por empezar ¡ZUÁS! Se cortó la electricidad, regresando a las 3 horas cuando ya se cantó cumpleaños por resignación y por prender alguna luz. Se fue la gente, mis primos que dejan de ser gente cuando comen se llevaron todo y al regresar la energía, sólo quedaba destrucción y desolación. Nos tocó limpiar.
8 a 13: Con la muy bien justificada excusa “tú te portas mal y no vamos a hacer ese gasto” me la montaron todos esos años. Ni torta ni un carrizo. Lo más significativo que recuerdo es que a los 10 años, coincidiendo con la fecha, estuvo el Papa Juan Pablo II en Venezuela y yo lo veía y rezaba con él, porque para terminarla de poner, tenía fiebre y deliraba con que la gente que lo vitoreaba, me cantaban el Cumpleaños Feliz.
14 años: Acá me cortaron 1 torta porque estaba donde mi abuela en Caracas, fuimos a dar un pésame y para no tener otra cosa qué hacer, me picaron 1 torta, ya que mi abuela era diabética y de cuando en vez requería de una torta. Otra razón más para quererla, hasta en lo cachicorneta me colaboraba.
15 a 17 años: Volvió lo de “te portas mal y eres mal estudiante”. Uno queda a repetir varios años el 3er año y debe pagar de esas formas, por eso es que uno se le llena el coraje de coraje. Muy injusto para mí ¿verdad?.
18 años: Mi abuela materna estaba dando sus últimos suspiros, el peor de los regalos. Y con el adicional malo que mi papá y yo no cocinamos ni regular, casi me intoxico.
19 años: Para variar, algo distinto, fue mi debut con mi actual coro y eso le dio un toque especial. Sólo olvidé decirles a todos que estaba cumpliendo y menos mal, porque siempre quieren que el cumpleañero brinde y yo pienso que A QUIEN CUMPLE SE LE HACE LA FIESTA PARA HOMENAJEARLE, NO DEBE HACER SU PROPIA FIESTA PARA QUE LE HOMENAJEEN, ESO ES COMO DECIR “VEN DEBES ADORARME” CUANDO DEBE DECIR “TU ADORACIÓN ESPONTÁNEA ES LO CORRECTO”.
20 años: De verdad que no me acuerdo.
21 años: Ese día preciso, se me declaró la lechina (varicela). Viejo con enfermedad de niños es un gran peligro, había gente asustada por eso (sí, yo principal y únicamente). Y de adulto joven rascarse la lechina en las nalgas, es como emular lo que hará uno de viejo y jubilado.
22 a 25 años: Naranja china, limón francés.
26 años: Este año fue sorprendente. 3 tortas. 1 en 1 coro, otra en otro y otra en mi casa. Me tocó repartir, ya que era lo más justo y porque la diabetes se salta una generación y yo soy esa. Me dieron torta con el arroz y la carne guisada, en batido y hasta de almohada me la pusieron.
27 a 33: El mismo cuento: No se acuerdan, no saben, no etc. Y me parece justo, ya que yo no les llevo regalo, así debe ser. Pero si ya sabes la fecha de mi cumple un año ¿cómo vas a decir al otro año que no sabías cuándo es? Olvidar si es factible, pero no decir que no sabes ¿o acaso crees que eso se cambia como la fecha de Carnaval y Semana Santa con el Calendario Lunar? ¡NUESTROS CUMPLEAÑOS SIEMPRE VAN A SER EN LA MISMA FECHA, COMO LA NAVIDAD!.
34 años: Simpático año. En el trabajo una señora me reclamó por un documento, me insultó de lo lindo y a la final resultó que esa no era la oficina donde ella debía reclamar; me regalaron 1 chocolate, 1 tarjeta, el Facebook echó el chisme, me hicieron 1 quesillo pero me conminaron a repartirlo por obligación, lo que me creó el deber de morderlo por todo el borde cosa que no lo pudiese comer más nadie (aún me lo reprochan, pero estaba sabroso). De usual no me gusta eso de decirle a la gente ¡felicítame, hoy estoy cumpliendo años! Por 3 razones: 1) Porque es de mal gusto conminar a la gente a hacer algo por pura obligación; 2) Este día no es quincena, así que difícil que salgan a comprarte regalo; 3) Evitar que me digan ¿…Y…?
35 años: Estuve en casa de vacaciones, respondiendo los mensajes de Facebook. Me dieron una sopa de arvejas y me enviaron por SMS una tarjeta de saldo que resultó con el código inválido y en Digitel me dijeron que no podían solucionarlo sin la tarjeta que ya habían botado. Y un quesillo (mi postre favorito).
36 años: Al despertar me conseguí con la sorpresa de que me regalaron algo que yo quería y era de necesidad, una tijerita para cortarme los pelos de la nariz, así dejaré de usar las tijeras de jardinero o el alicate de presión para acicalarme.
Lo demás, me preguntan luego, al menos lo distinto es que leyeron esto y una de las siguientes: 1) Se rieron; 2) No se rieron; 3) Piensan que mentí; 4) Lloraron por sentirse identificados; 5) M la están nombrando; 6) Ya van de salida a comprarme 1 regalo. 7) Todas las anteriores.
Nota: Si ve que no hay muchas fotos es por: A) De chiquito me veía mejor (aún era fotografiable); B) Si no hay fiesta ¿cómo me tomo foto? C) Porque yo quiero; D) Todas las anteriores.
*me quedó chévere el título ¿verdad?
Por ello quise agarrarme de esa expresión y medir mi vida; pero como hay tantas cosas que ninguna persona debe saber o podría tener pesadillas si es hombre o sueños húmedos incontrolables de ser mujer, busqué algo que fuese corto y escaso, breve o inexistente en mi vida. No, no hablaré del amor o el artículo terminaría aquí, me referiré a fechas gloriosas como hoy 27 de enero en mí historia, específicamente los cumpleaños:
1 año de edad: Definitivamente, la fiesta más inútil de festejar en la vida de cualquier ser humano es la de su primer cumpleaños. No la recuerdas, no la disfrutas, no sabes ni soplar la vela (si aprendió, es el único acto reflejo prodigio que tendrá en esa fecha) y además, la fiesta remama a tus padres, les gasta el dinero y tu siempre terminas durmiéndote antes de cantar cumpleaños, despertado sólo por tu papá que aprovecho la ocasión para coger una pea de padre y señor nuestro.
Bueno, me contaron que mi papá no tomó ese día pero sí se hartó la tizana. Eso me lo contó él. Pero de resto, nótese que todo me lo contaron como si yo no hubiese estado allí. Sólo hay unas fotos y en ninguna me estoy divirtiendo, pero mi papá si rompe mi piñata y una tía mía me carga. Menos mal que es familia y el amor fraterno cura, porque pasar el primer cumpleaños cargado sólo por viejas, puede empavarte toda la vida.
2 a 6 años: A mi madre le dijeron que había que celebrar fiestas por 7 años seguidos por lo menos o se rompía el ritual. Ella sólo se saltó el ritual, ya que del 2 al 6 fueron tortas con quien estuviese allí ese día, de usual había gente porque vivíamos arrimados y mi familia y sus vecinos le meten muy de frente al arrocero.
7 años: Esta fiesta fue muy impactante, todo estaba listo para la diversión, el disco de “Enrique & Ana” era el que amenizaría y cuando estaba por empezar ¡ZUÁS! Se cortó la electricidad, regresando a las 3 horas cuando ya se cantó cumpleaños por resignación y por prender alguna luz. Se fue la gente, mis primos que dejan de ser gente cuando comen se llevaron todo y al regresar la energía, sólo quedaba destrucción y desolación. Nos tocó limpiar.
8 a 13: Con la muy bien justificada excusa “tú te portas mal y no vamos a hacer ese gasto” me la montaron todos esos años. Ni torta ni un carrizo. Lo más significativo que recuerdo es que a los 10 años, coincidiendo con la fecha, estuvo el Papa Juan Pablo II en Venezuela y yo lo veía y rezaba con él, porque para terminarla de poner, tenía fiebre y deliraba con que la gente que lo vitoreaba, me cantaban el Cumpleaños Feliz.
14 años: Acá me cortaron 1 torta porque estaba donde mi abuela en Caracas, fuimos a dar un pésame y para no tener otra cosa qué hacer, me picaron 1 torta, ya que mi abuela era diabética y de cuando en vez requería de una torta. Otra razón más para quererla, hasta en lo cachicorneta me colaboraba.
15 a 17 años: Volvió lo de “te portas mal y eres mal estudiante”. Uno queda a repetir varios años el 3er año y debe pagar de esas formas, por eso es que uno se le llena el coraje de coraje. Muy injusto para mí ¿verdad?.
18 años: Mi abuela materna estaba dando sus últimos suspiros, el peor de los regalos. Y con el adicional malo que mi papá y yo no cocinamos ni regular, casi me intoxico.
19 años: Para variar, algo distinto, fue mi debut con mi actual coro y eso le dio un toque especial. Sólo olvidé decirles a todos que estaba cumpliendo y menos mal, porque siempre quieren que el cumpleañero brinde y yo pienso que A QUIEN CUMPLE SE LE HACE LA FIESTA PARA HOMENAJEARLE, NO DEBE HACER SU PROPIA FIESTA PARA QUE LE HOMENAJEEN, ESO ES COMO DECIR “VEN DEBES ADORARME” CUANDO DEBE DECIR “TU ADORACIÓN ESPONTÁNEA ES LO CORRECTO”.
20 años: De verdad que no me acuerdo.
21 años: Ese día preciso, se me declaró la lechina (varicela). Viejo con enfermedad de niños es un gran peligro, había gente asustada por eso (sí, yo principal y únicamente). Y de adulto joven rascarse la lechina en las nalgas, es como emular lo que hará uno de viejo y jubilado.
22 a 25 años: Naranja china, limón francés.
26 años: Este año fue sorprendente. 3 tortas. 1 en 1 coro, otra en otro y otra en mi casa. Me tocó repartir, ya que era lo más justo y porque la diabetes se salta una generación y yo soy esa. Me dieron torta con el arroz y la carne guisada, en batido y hasta de almohada me la pusieron.
27 a 33: El mismo cuento: No se acuerdan, no saben, no etc. Y me parece justo, ya que yo no les llevo regalo, así debe ser. Pero si ya sabes la fecha de mi cumple un año ¿cómo vas a decir al otro año que no sabías cuándo es? Olvidar si es factible, pero no decir que no sabes ¿o acaso crees que eso se cambia como la fecha de Carnaval y Semana Santa con el Calendario Lunar? ¡NUESTROS CUMPLEAÑOS SIEMPRE VAN A SER EN LA MISMA FECHA, COMO LA NAVIDAD!.
34 años: Simpático año. En el trabajo una señora me reclamó por un documento, me insultó de lo lindo y a la final resultó que esa no era la oficina donde ella debía reclamar; me regalaron 1 chocolate, 1 tarjeta, el Facebook echó el chisme, me hicieron 1 quesillo pero me conminaron a repartirlo por obligación, lo que me creó el deber de morderlo por todo el borde cosa que no lo pudiese comer más nadie (aún me lo reprochan, pero estaba sabroso). De usual no me gusta eso de decirle a la gente ¡felicítame, hoy estoy cumpliendo años! Por 3 razones: 1) Porque es de mal gusto conminar a la gente a hacer algo por pura obligación; 2) Este día no es quincena, así que difícil que salgan a comprarte regalo; 3) Evitar que me digan ¿…Y…?
35 años: Estuve en casa de vacaciones, respondiendo los mensajes de Facebook. Me dieron una sopa de arvejas y me enviaron por SMS una tarjeta de saldo que resultó con el código inválido y en Digitel me dijeron que no podían solucionarlo sin la tarjeta que ya habían botado. Y un quesillo (mi postre favorito).
36 años: Al despertar me conseguí con la sorpresa de que me regalaron algo que yo quería y era de necesidad, una tijerita para cortarme los pelos de la nariz, así dejaré de usar las tijeras de jardinero o el alicate de presión para acicalarme.
Lo demás, me preguntan luego, al menos lo distinto es que leyeron esto y una de las siguientes: 1) Se rieron; 2) No se rieron; 3) Piensan que mentí; 4) Lloraron por sentirse identificados; 5) M la están nombrando; 6) Ya van de salida a comprarme 1 regalo. 7) Todas las anteriores.
Nota: Si ve que no hay muchas fotos es por: A) De chiquito me veía mejor (aún era fotografiable); B) Si no hay fiesta ¿cómo me tomo foto? C) Porque yo quiero; D) Todas las anteriores.
*me quedó chévere el título ¿verdad?
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