Presentes.-
A continuación le detallamos el informe cronológico de la primera labor de abastecimiento alimenticio realizado por nuestro Comité Local de Abastecimiento y Distribución (CLAP).
Llegaron al puerto 5 toneladas de materia prima para producir harina de maíz. Con el fin de garantizar el rápido abastecimiento alimenticio de la comunidad, hablamos con el director de la aduana y le informamos sobre el destino de dicho cargamento. Él nos dio el visto bueno y entonces le dijo al coordinador de puerto, que le dijera al jefe del puesto de control de la aduana, que le dijera al operario de la grúa, que le dijera al capitán del buque, que lo agilizara porque “son parroquia”. Gracias a la maniobra estratégica de comunicación táctica, el cargamento en cuestión solo estuvo en aduana un tiempo récord de 20 días… hábiles.
Así fue como salieron las 3 toneladas de materia prima en la gandola con camino a la planta procesadora. Al llegar el cargamento, la comunidad aledaña a la fábrica se aglomeró al lado del camión, emocionada. Algunos se desmayaron, otras mujeres le lanzaban sostenes y flores al mismo. Los empleados de la planta procedieron a tomarse “selfies” con el cargamento. No faltó el empleado apátrida diciendo que no quería trabajar porque esto le quitaría tiempo valioso para hacer cola en el automercado.
En solo cuestión de días estuvo lista la harina. Salió entonces el camión con el cargamento de 2 toneladas rumbo a nuestra comunidad para repartir el alimento. En el camino, antes de tomar la autopista, el camión se encontró con una alcabala. Fue detenido por una hora y se le informó al chofer que el peso del camión sobrepasaba el límite de peso para el cual había estado diseñado el asfalto de dicha vía pública. Con el fin de salvaguardar las labores de infraestructura del MPPTTT, procedimos a dejar una tonelada en el sitio. El capitán nos prometió que repartiría el alimento entre las poblaciones aledañas. El honor es su divisa. En su palabra confiamos.
A las horas llegaron los 1000 kilos de alimento al destacamento de la Guardia donde serían almacenados para su resguardo. Nuestra llegada coincidió con los simulacros de guerra contra la invasión de fuerzas extranjeras. Uno de los coroneles se nos acercó y nos pidió parte del cargamento para una de sus misiones simuladas. La táctica consistía en repartir paquetes de harina al enemigo para neutralizarlos con carbohidratos y así provocarles la hora del burro con el fin de atacarlos en medio de la siesta. Tuvimos la oportunidad de presenciar el simulacro. ¡Qué orgullo patrio siente uno viendo eso!
A la mañana siguiente salieron los 500 kilos de alimento desde el destacamento hasta la sede de nuestro CLAP. Por tratarse de nuestra primera misión, procedimos a hacer una cena entre los miembros para conmemorar nuestra primera asignación cumplida como comité.
A la mañana siguiente, bien temprano, repartimos con éxito los 200 kilos de alimento entre los distintos consejos comunales. Los mismos ya nos agradecieron por escrito los 100 kilos de comida recibidos para la comunidad. Nosotros les dijimos que no se preocuparan. Que con el CLAP, la comunidad tendría garantizados los 50 kilos de comida que le fueron prometidos. Después en la tarde dizque hubo gente saqueando por comida. Haremos caso omiso a los rumores malsanos de la derecha.
Transcriptor al que se le ocurrió y no le dictaron éste artículo: Reuben Morales
Fuente: www.reubenmorales.com
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