Murió hombre asesinado por ser culto

El hoy occiso que también lo será mañana y por siempre (corrección que nos envió él mismo varias veces a la redacción por notas similares), fue atacado por más turba que en otros casos similares.  Las autoridades han descartado varias hipótesis de quiénes pudieron cometer la felonía, todos igual de mal hablados que la mayoría de los policías. Descartaron tantas que ya no les queda ninguna. “Mi esposo no merecía esto”, dijo la esposa desconsolada mientras quemaba un diccionario al que culpó simbólicamente de sus desgracias.  Redacción: @Periodistech para @Humoristech (sí, si hay parentesco) para Ultiman Noticias. Como Arturo Uslar Bello Cervantes, fue identificado el hombre golpeado por una turba enardecida que al estilo de Fuenteovejuna le dieron lo que no merecía, por razones que sorprenden a todos los que no son ignorantes.  El hecho ocurrió en el barrio de San Tería, mientras el señor Arturo Uslar se disponía a hacer su cola como buen ciudadano resignado para comprar el pan, luego de sencillas 4 horas de cola para tomar el número y 4 más esperando la hora de la venta de las 2 canillas de 222 gramos.  El señor faltó a su empleo ese día, porque tenía antojo de comer pan así como hacen los habitantes de otros países, quizás influenciado por los canales de televisión por cable. Para hacer tiempo, el ciudadano se dedicó a conversar con otros parroquianos, sacando a relucir muy cortésmente sus años como profesor de Lengua y Literatura con una

especialización en Morfosintaxis, Gramática Española y realización de muebles en palos de escoba.  Muy cortésmente corrigió a unas señoras que decían “haiga”, “nieblina”, “la calor”, “catálago” y de inmediato se ganó el rechazo del sector femenino. Su esposa alegó que eso era atractivo para ella, pero no para la mayoría de mujeres que salían a hacer el mandado en bata, rollos en la cabeza y los ojos lagañosos.  Lamentablemente los impulsos profesorales del señor Bello Cervantes le llevaron a corregir a jóvenes que le quitaban otros tres ceros al nuevo cono monetario, diciéndole “5 bolívares” al billete de cinco mil bolívares o que “no están caros esos 3 productos (arroz, leche y un yogurt) en 28 bolívares”, cuando eran veintiocho mil bolívares y sí, están caros. Luego de 6 horas de correcciones a expresiones vulgares como “metete pa’dentro”, “dímelo a mí”, “juéranos”, “arrecha la marica” y un letrero que colocó el encargado de la panadería “NO SE BENDE CIN SÉDULA”, que llamó a la acción al señor Bello, un no determinado número de chusmas lo atacó sin piedad con expresiones como

“vendío”, “xapo”, “mistel celegro (cerebro)”, “salío”, “incordinable” y un sin número de expresiones sacadas del más puro desconocimiento, propio de gañanes y admiradores del léxico de nicolás maduro, golpeando el cerebro y corazón del señor Bello, lo que terminó matándolo. Eso y por detener con su cuerpo todos los golpes dados por las mujeres, hombres y se presume que niños por las pisadas pequeñas en la ropa del occiso.  Se estudia sí en vez de niños, eran enanos u hombres de pene pequeño.  Versión policial  Un investigador del CICPC que pidió no ser identificado así, sino como petejota, fue consultado y sólo pudo atinar decir ante el comienzo de las investigaciones, “estános observiendo ¿verdad?, quienes jueron los involucrados metidos en esto que pudo o no matar al difunto de vida que fue mandao a la morgue a que le hicieran la autocxia”. “ya tenemos 2 privados de libertad presos a los que se les está interrogando con varias preguntas para determinar a los culpables y a quienes lo mataron”.  De buena fuente supimos que al velatorio del señor Bello no asistirá nadie de la comunidad, ya que no lo entendían. Un vecino declaró, “no hablaba nolmal, así tipo como uno, eso arrecha, que acoñaceen así el espanish que uno hagla, ¿veldad?”. Luego de recabar los elementos para suscribir  de ésta nota, los periodistas acreditados, fuimos asaltados por residentes de la zona, tal cual se supone de éste tipo de seres.