Tener más de 40 y preferir las Comiquitas

Popy, el personaje que admiro desde niño 

Cuando se ha nacido el 27 de Enero de 1975 a la 1:15 p.m., como yo o en alguna otra fecha de esa década y quizá la primera mitad de los 80, es fácil tener buenos recuerdos de la televisión, por el simple hecho que aún siendo nacional, era buena.

Y es que existen tantos programas qué citar, que mejor englobo en lo que el título dice: comiquitas (así le decimos en Venezuela a las caricaturas, cartoons, dibujos animados, monitos, comics, etc.); nos marcaron tanto, en especial a los varones, que ya rondando los 50 años los añoramos, usamos su mercancía y enseñanzas.

Eso, para muchas mujeres, sujetos matones que vienen de hogares disfuncionales o sin televisión, que se las dan de machotes, padres temerosos y los psicólogos que le mientan "tendencias infantiloides" para usar un término acorde a su carrera, entre otros, es conocido en mi país como ser "sendo mente e' pollo".

Los pollos andan es pendiente de la indiferencia y de comerse a los gusanos, que en nuestro caso, son los que no ven más allá de lo evidente (León - O) y tienen una energía tan negativa que no los querríamos cuando requiramos hacer una Genkidama (Gokú).

Del Rey Bongo de Bongolandia, pasando por el mejor robot del mundo, Mazinger Z; cruzando por la enfermera asesina más querida, Candy Candy o el Batman del Japón, Capitán Centella, más los cientos de animados de Hanna - barbera que nos acompañaron hasta el cansancio colindando con G.I Joe, viendo como He - man pasaba de blanco a moreno y no lo reconocían, como a Superman; que Hello Kitty hablaba correctamente con esa boquita chiquita o Jhonny Quest era un niño al que su papá lo llevaba donde podían morir juntos, entre otras cientos de aventuras que disfrutamos, compartiéndolas con La Familia Monsters, Los Locos Addams o Los Tres Chiflados que se golpeaban rudo y no nos volvieron psicópatas; pasando por todo eso, sale mi siguiente respuesta:

Sí la vida antes fue tan buena, que la recordamos y añoramos, entonces muchos nos queda. A los varones más que las hembras porque no teníamos Barbies o Bebés Repollito para sentirlas y ellas sí, lo que las indujo al instinto de chica bonita y luego el maternal. 

Los varones no teníamos un Optimus Prime para que nos creara el instinto paernal de cambiarle el aceite al carro y al niño por igual; pero aprendimos de un líder, de sus momentos épicos.

Y bueno, hay otras que evolucionaron que nos atan, allí está Justice League, que nos mostró a Aquaman cortándose la mano para salvar a su hijo. Porque esas son las cosas que hace un adre y en nuestra mente nos quedan.

Así que no le teman a los que les dicen cualquier cosa sobre su edad y ver comiquitas; mi mamá y papá las veían conmigo y me explicaban la verdad y la ficción; así aprendí a imaginar con los pies en La Tierra; sí no es así, quizá este blog no existiría. Y aún, las ven conmigo.

¿QUÉ SER?

Sea usted mismo (pagueme por el consejo original); y dígase Otaku, Geek, Vintage, Retro, Gamer (eso cuadra en esta misma tónica). Cuando le digan que fastidia con el tema, tienen razón, tenga más temas pero no pierda la personalidad; recuerde QUE AL QUE LE GUSTAN LAS COMIQUITAS, LE GUSTA TRABAJAR, APRENDER, NO SER MALO Y EL SEXO DEL BUENO Y DE A BASTANTE.

cuando sepa qué comiquita o serie deriva cuál o tal situación  que Los Simpsons lo predijeron, y les comenten "se te cayó la cédula", nada más diga con honra:

"ES MEJOR CÉDULA CAÍDA RECORDANDO LO QUE DISFRUTÉ Y ME ENSEÑÓ, QUE CARNET DE LA PATRIA QUE NO DEJA SINO VAGANCIA DE LA MALA, DE LA QUE NO VE TELEVISIÓN, SINO QUE SE LO ROBA".

Recordar y no perder a las comiquitas de ayer, curucuteando las de hoy, que tienen potencial (Phineas & Ferb, Escandalosos, Rick & Morty, Dragon Ball Super), para que tengamos menos stress, una mente que sabe lo que vale y el sarcasmo e ironía suficiente para entender los metamensajes, esos que los cerrados y que estrangularon a su niño interno, jamás verán.

Como dijo el Sr. Burns, yo, Argenis Serrano @Humoristech: "SOY UN NIÑO GRANDE".