No existe manera de cómo comprar correctamente que podamos llamar estándar, siempre habrá fallas o algo que nos haga decir, ¡me hubiera aguantado y me ahorro tanto!, por lo cual uno termina bravo con uno mismo por no poder despertar los poderes de la clarividencia y viajes en el tiempo que le harían más barata la vida.
Si existe el método de la guía de compras para ir averiguando de
antemano lo que nos puede salir barato y así bajarle la ganancia a los
hambreadores del pueblo, que resultan más hambrientos que uno mismo cuando
queremos ofertas o cosas gratis, aunque el precepto constitucional dice que
nadie está obligado a hablar mal de sí mismo, por lo tanto, no somos hambrientos,
pero los demás sí.
En esas guías de compras uno consigue
cómo comprar de manera ahorrativa, fácil, online y que mejoran nuestra economía
y nos sacan esa enorme sonrisa que nace directamente desde lo más profundo de
nuestros bolsillo.
Ahora, esos portales son demasiado
serios, exigentes, cumplidores y apegados a las leyes, lo que hace difícil a
los sinvergüenzas el conseguir las cosas soñadas que por no ser muy legales del
todo, se les dificultan más y por ende les toca ir a los bajos fondos a
conseguirlas. Muy bueno eso por parte de esas páginas web con guía de compras.
Si no fueran así, se conseguirían
fácilmente el cómo comprar cosas prohibidas como:
-
Afrodisiacos para causar
divorcios.
-
Spray de pegamento permanente
para atrapar ladrones.
-
Tumba burros portátiles
para abrirse paso entre las personas paradas dentro de un autobús.
-
Capsulas explosivas
llenas de desodorante perfumado para estrellarla en el cuerpo de quienes huelan
a mal bañados.
-
Binoculares con Rayos X
que atraviesa paredes para ver a las chicas que se desvisten en sus cuartos.
-
Emisor sónico causante
de impotencia para dirigirlo al novio de la mujer que te gusta y así ella
termine dejándolo.
-
Control universal de
apagado de teléfono de tu pareja para que deje de verlo cuando está hablando
contigo.
Pero en fin, no hay cómo comprar
esas cosas, ya que no existen guías de compras que te conduzcan a ellas.
Lo chévere es que sí existen para
ayudarte a pescar ofertas y hacer que tu vida sea más rentable y sabrosa y
poder invitar a tu pareja a tomar refresco de dos litros en una cita, con el
fin de que no pida nada más. Eso es ahorro y un cariño refréscate, algo que uno
no tiene cómo comprar, sino que debe hacerlo constructiva y genialmente, de
corazón.
Argenis Serrano
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