Buscando Qué Hacer

Algo que nos trajo la pandemia y que está dejando secuelas ahora que al menos la parte consciente, respetuosa y humana de la humanidad ya nos vacunamos, dejando a un lado a los cernícalos que no, es que todos, sin distingo de razas, credos, ideología, sexo o lo que traen en el bolsillo, andamos buscando qué hacer.

Lo que nos motiva

Muchos, lamentablemente quedaron desempleados, subempleados o sub-sub-sub empleados. Claro que tenían que buscar qué hacer o su mujer los dejaba o su esposo se echaba al abandono y le iba a dejar sin sus tintes.

Apareció, bueno más bien se consolidó el teletrabajo, el cual todos los que andábamos buscando qué hacer desde antes de este caos, ya lo conocíamos, sólo vimos su consolidación y como algunos tenían contenidos programáticos para trabajar y dar clases y otros pasaban lista a las 7a.m., pensando que eso es justo y lógico hacerlo por WhatsApp.

Hay quienes se prepararon para sus emprendimientos, desde el ponche crema o el sushi a domicilio, platillo delicioso que intoxica a los que no tienen buen gusto culinario. Otros, hacían platos tradicionales combinados con otros internacionales para así hacer sus delivery. Por eso no era ni es raro ver que alguien pida un arroz chino con costillitas agridulces, acompañado de una Ensalada Rusa original y claramente sí es venezolano y sabe lo que le conviene, unas buenas tajadas.

De allí y de varias compañías que buscaban los permisos para poder abrir a diario en plena pandemia y despachar comida, teniendo nada más qué cerrar cuando llegaba la policía a pedir comida regalada o los cerraban y claramente, es mejor cerrar que regalarle comida a la policía porque se quiebra más rápido con el regalo que cerrando.

El delivery se hizo la solución de los que andaban buscando qué hacer y por esos vimos muchos, de hecho, ya se consolidaron y siguen igual que en un principio: casi siempre perdidos porque no se saben los nombres de las calles o en las avenidas con calles numeradas, las matemáticas truncas de su primaria no les ayudan del todo.

buscando qué hacer


Pero ahora, la gente anda buscando qué hacer de otra manera

Sí, porque la pandemia nos enseñó a lo rudo y cruento que la vida es un ratico. Que hay que declararse a la persona que te gusta de una vez, que hay que casarse, divorciarse y volver a empezar, porque con una gripecita se te puede descoser la vida.

Que hay que viajar, porque somos ciudadanos del mundo aunque los malos regímenes y sus acólitos enchufados quieran encerrarnos en falsos límites ideológicos y geográficos. Que hay mucho que visitar en Perú o en otros países sudamericanos y centroamericanos.

Que nuestra propia tierra nos llama y debemos asistir, menos sí es Mariara, Yaritagua, San Francisco en el Zulia o Charallave, ya que allí los llamados son para “el último viaje”.

Que hay que visitar y abrazar a la familia que también anda buscando qué hacer para visitarte a ti. Entonces hay que crear puntos de encuentro, porque cada vez somos menos por una u otra razón, así que debemos fraternizar y reír más de frente, para que luego no sólo sea por Zoom o WhatsApp.

Y bueno, ahora que usted anda buscando qué hacer para entretenerse, porque los cuentos y cantos familiares y los juegos de mesa ya se le acabaron y no quieren entrar en la rutina, les invito a que hagan nuevas y buenas historias de vida qué legar, siempre cuidándose y cuidando a los demás, no como esos cobardes antivacunas que parecen que nunca andan buscando qué hacer de bueno, sino cualquier estupidez para justificar el que finjan sentir y pensar.

Humoristech - (estoy buscando qué hacer, porque el pasticho y los langostinos no se pagan solos).

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