La verdad es que los mejores amantes, somos los periodistas. Por lo menos me siento ejemplo de ello. ¿Quién más que nosotros para dar con toda la propiedad un “tubazo”?
Y ante ello, no hay resistencia de abrir…la página para colocar allí el tremendo tubazo, que generalmente es el mismo, pero jamás, un tubazo desestimable.
Cuando hablamos al oído, somos tan románticos; al menos yo me esmero en decir cosas como:
"Fuentes dignas de todo crédito me dicen que puedo decirte que te quiero". Y nos atenemos al derecho a réplica, la cual no es perturbadora, porque ¿quién se resiste a quienes tenemos esta profesión que no paga, pero sí pega?
Soy un enamorado de mi profesión, no lo puedo negar.
Periódicamente tengo sobresaltos, así, de golpe y porrazo me pongo deportivo (vamos a quedar sudados, jadeando pero a toda fuerza y velocidad lograremos llegar a la meta deseada); después económico (tengo un paquete que te llenará), más tarde político (creo que las medidas que tomamos, serán las que más beneficios nos otorguen) y es porque aprendí a cubrir varias fuentes, una formación profesional integral pues.
Me gusta practicar toda la filosofía del periodismo que en la Universidad aprendí. De esa forma trato, conquisto, seduzco y enamoro a punta de buenas noticias, en general, verdades. La mejor imagen para esas notas: YO.
Imagina, oh mujer, que éste periodista te acaricia y diga:
"Déjame tocarte el lead, el cuerpo y la cola". Tendrás necesidad de que me quede tecleando en el papel de tu ser, los más pasionales sucesos.
Cuando quiero comer, uno de los momentos más seductores, digo: "Pon la mesa de redacción y sírveme la pauta". Esas palabras seductoras y mágicas te harán saber todo lo que tendrás que hacer. Eso se llama “síntesis informativa”.
Imagina, y no podrás saberlo hasta que lo vivas, la posición más sexy en pleno sitios de los acontecimientos amorosos, cómo se hace una pirámide invertida.
Los periodistas (mujeres y hombres) somos seres muy comprensivos. No nos presentamos en casa sin los artículos…los de primera necesidad, claro está. No es sólo capturar la nota e irse, es dejar huella de buenos profesionales, gente que ama lo que hace, en especial en el acto ya descrito, pero interminable, en ese instante en que "Es hora de darte un tubazo". Aunque sepas de ellos y hayas visto o recibido muchos de un periodista, jamás dejarás de recibirlos con cara de asombro y placer, como deben recibirse tos tubazos.
Trátanos con cariño, a los periodistas no se les trata mal. Ya que podemos crear crónicas de tus historiales, abrirte investigación y develar la verdad. No nos pagues, no somos palangristas.
Sí te vas, a pesar de haber sacado el notición de tu vida, no te extrañe que pases a ser “Un periódico de Ayer”.
2 comentarios:
jajaja ta bueno bueno este post!!! Saludos!
Bien... Sabroso oficio sin duda!
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