Él es el loco que todos
quisiéramos ser y no lo logramos…
Convirtió al murciélago en
un ícono con una cancioncita de una sola palabra, que bailaba, meditaba, movía
un dedo y se estremecía mientras una computadora que parecía moverse a la
cámara (exhibicionista ella), le daba una tarjeta donde los agujeros hablaban. De
haber esas tarjetas ahora, a nadie le gustaría la computación. Eso sólo lo
entendían las secretarias y los héroes.
Hombre de las peleas
ideales, con música. Toda una locura. Pero usted es el loco ideal. Y definimos
loco ideal como ese que no lo es, pero que todo el mundo lo tilda y no lo puede
comprobar porque no hay asidero. Es el que disfruta su locura.
¿Cuántas chifladuras no ha
hecho usted señor West que hasta ver a
Timmy Turner con sus Padrinos Mágicos se
le hace normal? De Batman a Catman hay mucho trecho, pero un solo eslabón: Adam
West. Y ese eslabón muchos lo creen flojo, pero está más cuerdo que muchos.
Despojarse del traje de
Batman luego de haber sido lanzado desde un cañón es lo mejor que hizo. Claro,
es de locos volver a repetir ello. Se le hubiese ensuciado o dañado el traje. Y
del héroe al filántropo millonario al actor y al supuesto loco, hay un trecho
corto, un trecho llamado Adam West.
Vivir con una tía que vive
de usted y un mayordomo que lo cuida, es de por sí una gran confusión. Pero es
mayor cuando tiene un entenado al que puso a pelear a su lado. Vaya forma de
cobrarle la casa y comida. Por eso Burt Ward le echa un camión de tierra con
mucha amistad en su libro biográfico “Mi Vida en Mallas”. Es de locos seguir
tratándose después de ello y aun así son amigos. Claro, son un Dúo Dinámico y
los locos han de estar unidos.
Jhonny Bravo es un niño de
pecho ante usted, por eso lo mimó y lo confundió. Y es que cualquiera se
convence con un loco decente, que no le dañará ni le meterá el jueves por el
viernes, sino que lo pondrá en locas aventuras.
Seguirá siendo el buen
Batman, ese que los creadores de cómics y los acaba infancias de Warner Bros.
jamás podrán exterminar.
Muchos queremos ser locos
de esos que se atreven a mostrarse ante el mundo diciendo sus defectos que a la
larga se hacen cualidades, tanto que hasta genios como Matt Groening se acercó
a verle cuando grabó su voz con ellos. Y eso hacen los héroes genios, vivir en
el margen de la locura y ser más cuerdo y vivo que otros.
Sinceramente señor West,
lo envidio, es el chiflado ideal que estuvo con Los Tres Chiflados como el más
cuerdo y en tantas otras locuras que por sanas, le han alargado la vida y
presencia, porque llegar a los ochenta y pico y aún seguir siendo un niño de
alma como lo es usted, es el reto de quien quiere vivir para alegrar.
Saludos William West
Anderson, mejor conocido como Adam West. Los humoristas del mundo deben darle
un saludo como el buen orate que es y que queda luego de Leslie Nielsen.
Y a quien leyó no le hizo
reír esto, pero de seguro está recordando la musiquita de Batman que le
perseguirá un buen rato…sí, es un juego mental mío, parte de mi locura
contagiosa.
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