đŸ»El Oso Polar (el de Escandalosos, no el de la Gavera)

El oso polar u oso blanco (Ursus maritimus) es una especie de mamĂ­fero carnĂ­voro de la familia de los osos y es uno de los carnĂ­voros terrestres mĂĄs grandes de La Tierra. Ese oso que se confunde en la nieve y que algĂșn camarĂłgrafo toma en una foto panorĂĄmica para que alguien salga con una tendencia viral de “¿dĂłnde estĂĄ el oso polar?” y millones de personas lo consiguen, menos usted y yo hasta que nos mandan la foto con la flechita.

En los Ășltimos años he admirado, -y hago Ă©nfasis en admirado-, a un personaje de Cartoon Network del cual es muy digno aprender, Ă©l es Oso Polar (Ice Bear en versiĂłn original) de la serie “EscĂĄndalosos” (We Bare Bears en versiĂłn original, la traducciĂłn es tipo sal y pĂŹmienta al gusto), un personaje que casi no habla y que al hacerlo, desmonta a los hablachentos.

Una vez me dijeron que hay que hablar bastante porque el que no habla mucho y se queda muy callado, tiene mĂĄs tiempo de tramar cosas psicĂłticas y mucho peor, le da mal aliento. QuizĂĄs por eso hablo bastante, no me gusta tener mal aliento. Pero Polar es un dibujito asĂ­ que eso del aliento pasa a otro plano y queda lo psicĂłtico.

Él habla en tercera persona, como hacemos los genios de comĂșn cuando queremos tener una conversaciĂłn inteligente o cuando no tenemos monĂłlogo interno y debemos ir hablĂĄndonos a nosotros mismos pero fingiendo que lo hacemos por el celular en la calle, tramoya que muchas veces se cae cuando el telĂ©fono suena en plena conversa y la gente se da cuenta que estĂĄbamos hablando con nosotros mismos, como hacemos los forever alone.

Sus diĂĄlogos son pocos, pero muy incisivos y llenos de gracia. AsĂ­ como lleva a sus hermanos Panda y Pardo en su espalda, lleva a cuestas el programa. Me hizo recordar aquel comentario que hiciera Robin Williams sobre Arnold Schwarzenegger, “es increĂ­ble que haya tenido tanto Ă©xito con tan pocas palabras en sus pelĂ­culas, sus diĂĄlogos son menores que los de la perra Lassie”.

Como toda persona obsesiva que drena su energĂ­a, Ă©l limpia y cocina. SĂ­ cree que eso no es obsesivo, vaya a donde su abuelita o cualquier abuelita y vea cuĂĄnto le da de comer, cuĂĄnto limpia, cuĂĄnto le arregla la ropa y cĂłmo saca su hacha si no quieres comer ni colaborar en la limpieza, tal cual hace Polar.

FrĂ­o, calculador, casi sin expresar sentimientos (casi, el estoicismo tiene sus limitantes en quienes saben la verdad del vivir, que es el convivir), creado con trazo sencillo y con expresiĂłn de ese amigo que todos tenemos que parece que anda en La Luna y estĂĄ en su mente buscando la partĂ­cula de Dios, diagramando una compleja fĂłrmula estructural o meterte el pie para que pares de hablar y Ă©l poder seguir oyendo esas voces terroristas en su cabeza que piden que busquen fĂłsforos y gasolina para darle candela al colchĂłn.

Muchas veces se nos olvida escucharnos, con la voz de la razĂłn, la calma, la equidad. Pensar en frĂ­o actuando en caliente. Aguantando la lengua hasta que la contraparte se explique, porque mĂĄs se falla cuando se da la primera palabra, esa que pudo parar guerras, divorcios o que termines invitĂĄndole el desayuno a alguien que traĂ­a su dinero y te podĂ­a brindar a ti, pero te fuiste de bruces hablando.

“A veces vemos, pero no observamos”, decĂ­a Sir Arthur Conan Doyle, el creador de Sherlock Holmes. Me parece bueno complementarlo con “A veces hablamos, pero nada Ăștil expresamos”. Porque nos vamos de bruces hablando sin parar. SĂ­ estamos destinados a meter la pata al hablar, que sea bien pensado, bien sentido, bien ambientado. Vale mĂĄs que lo que digas sea la verdad (no “tĂș verdad”, sino la verdad), no avasalles, te centres en el punto, no compares, no vayas con las ganas de que te pongan los dientes en la boca como el arroz en la sopa, comunĂ­cate y en la medida de lo posible, regala una sonrisa sincera.

Polar, una alegorĂ­a a un embellecedor con lĂșpulo y cebada de Venezuela, que tambiĂ©n se ajusta al mercado infantil o de desayunos en forma lĂ­quida de malta. QuizĂĄs por eso Polar de Escandalosos anima tanto, es como una cosa de familia.

Detalles curiosos: Sus hermanos Pardo (Grizzly) y Panda, rara vez dicen su nombre; es mås, sólo se los he escuchad decir una vez a cada uno. En el episodio "YURI Y EL OSO", se puede comprender cómo Polar aprendió lo que sabe y porqué habla en tercera persona, emulando a su mentor. El mejor episodio de la serie, a mi parecer.

Lcdo. Argenis R. Serrano.
Twitter e Instagram: @Humoristech

1 comentario:

Unknown dijo...

TambiĂ©n considero "Yuri y el oso" como el mejor capĂ­tulo. Que me hizo llorar y querero aĂșn mĂĄs.

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