“Esa señora tuvo un día de
mucho ajetreo en casa, preparándose para las festividades. Desde lavar y
planchar, cocinar y fregar, asear la casa, preparar a los niños, organizar
todo para dar buena atención a sus invitados. Su agotamiento era grande.
Recordó que debía limpiar el frente de su casa, con mucho pesar y preguntándole
al cielo el por qué no tenía la ayuda de alguien para tanto quehacer.
Cuando ya resignada a limpiar fuera abrió la puerta, se encontró con un borracho que se
estaba haciendo pupú allí mismo.
La señora indignada gritó al cielo “¡NO SEÑOR,
ESTO PARA MÍ ES DEMASIADO! A lo que el borracho, con tono sombrío y sin tabú le
respondió: ¡BUENO, COMA Y DEJE!”.
FIN DE MUNDO.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario