Sí yo tuviese 100 euros, ¡oh amigos que no compraría!,
pues un carro, un apartamento, una nevera o heladería,
pero -señores- yo les comento, que al momento de la Venezuela mía,
ese dinero, para comida, un rato el hambre me aplacaría.
Usted come pollo, come su asado, come pescado, hamburguesa y pizza,
yo como huevo, con lo que haya, plátano asado, que se me pega de la sartén,
porque el aceite yo no lo tengo, y el huevo frito, bien quemadito queda también.
Procuro sopa, sea de fríjoles o de cremita o consomé,
así hago estómago que se reduce, el pobre sufre por mal comer,
cuando la suerte así lo permite, le echo pasta o arroz quizás,
con un tomate bien rebanado, que a la ensalada a de imitar.
Yo sueño con la fortuna que tiene usted, desde donde lea,
menos de Cuba, Corea del Norte,
porque no tiene ningún recorte, sí su trabajo hace de lo mejor.
Y sí, laboro, con gusto lo hago, pues mi trabajo me hace bien,
pero no alcanza como otrora hacía, para comida y un pormenor,
no me han hecho la transferencia, cuando perece como mi paciencia.
¿Rimar en prosa quiere usted?, pues no puedo eso al momento hacer,
estoy soñando con pollo frito, con papas fritas y Coca - Cola;
o una hamburguesa o perrocalientes, un buen pasticho hincarles el diente.
Pero no tengo a ese mecenas, e irme no puedo -créalo o no-,
que me haga envío, que me regale, trabajos le haga, para pagar,
de una limosna de 100 euritos o dolaritos que buenos son;
o peso chileno, o el colombiano, soles peruanos o qué se yo.
Para cobrarlos, vía PayPal, Payza o Neteller, Skrill, Bitcoin,
para canjearlos a paralelo y así correr, adonde está la rosticería,
pedir un pollo con papas fritas, su ensalada y guasacaquita,
venir caminando -porque no hay transporte- y saborearlo por el olor,
comerlo con lo mejor, que Dios me ha dado, que es mi familia.
Ver sus caritas, retecontentas, pues su barriga, llenas quedó;
y con el vuelto, comprar más cosas, que acá en casa, requeriré,
pasta de dientes, desodorante, un grifo nuevo, papel toalé,
poder ponerle a mis zapatos, las suelas nuevas con prontitud,
y así volver, irme piano a piano, caminandito y con actitud,
a mi trabajo, pues no soy vago -si así piensas tú-.
Pero esos 100 euros, no durarán, lo suficiente pa' yo engordar,
y así de nuevo, en varias semanas, de puros recuerdos yo voy a estar,
cuando en un sueño, a mi me donaron, lo suficiente para comprar,
un pollo frito que me provoca, y algunas cosas para mi hogar.
Porque mi vida es una trinchera, de falsa guerra que me hce gastar,
pues de económica, na' más el nombre,
un loco hombre que no sabe administrar,
a mi tierra un derrumbe les hizo su vida,
y mi pobre barriga, la fue a pagar.
¡Si tuviera 100 euros, de vez en cuando,
no estaría llorando, en vez de vivir,
más el subsistir, estoy procurando,
pues por un grupo de malos,
no voy a morir!
pues un carro, un apartamento, una nevera o heladería,
pero -señores- yo les comento, que al momento de la Venezuela mía,
ese dinero, para comida, un rato el hambre me aplacaría.
Usted come pollo, come su asado, come pescado, hamburguesa y pizza,
yo como huevo, con lo que haya, plátano asado, que se me pega de la sartén,
porque el aceite yo no lo tengo, y el huevo frito, bien quemadito queda también.
Procuro sopa, sea de fríjoles o de cremita o consomé,
así hago estómago que se reduce, el pobre sufre por mal comer,
cuando la suerte así lo permite, le echo pasta o arroz quizás,
con un tomate bien rebanado, que a la ensalada a de imitar.
Yo sueño con la fortuna que tiene usted, desde donde lea,
menos de Cuba, Corea del Norte,
porque no tiene ningún recorte, sí su trabajo hace de lo mejor.
Y sí, laboro, con gusto lo hago, pues mi trabajo me hace bien,
pero no alcanza como otrora hacía, para comida y un pormenor,
no me han hecho la transferencia, cuando perece como mi paciencia.
¿Rimar en prosa quiere usted?, pues no puedo eso al momento hacer,
estoy soñando con pollo frito, con papas fritas y Coca - Cola;
o una hamburguesa o perrocalientes, un buen pasticho hincarles el diente.
Pero no tengo a ese mecenas, e irme no puedo -créalo o no-,
que me haga envío, que me regale, trabajos le haga, para pagar,
de una limosna de 100 euritos o dolaritos que buenos son;
o peso chileno, o el colombiano, soles peruanos o qué se yo.
Para cobrarlos, vía PayPal, Payza o Neteller, Skrill, Bitcoin,
para canjearlos a paralelo y así correr, adonde está la rosticería,
pedir un pollo con papas fritas, su ensalada y guasacaquita,
venir caminando -porque no hay transporte- y saborearlo por el olor,
comerlo con lo mejor, que Dios me ha dado, que es mi familia.
Ver sus caritas, retecontentas, pues su barriga, llenas quedó;
y con el vuelto, comprar más cosas, que acá en casa, requeriré,
pasta de dientes, desodorante, un grifo nuevo, papel toalé,
poder ponerle a mis zapatos, las suelas nuevas con prontitud,
y así volver, irme piano a piano, caminandito y con actitud,
a mi trabajo, pues no soy vago -si así piensas tú-.
Pero esos 100 euros, no durarán, lo suficiente pa' yo engordar,
y así de nuevo, en varias semanas, de puros recuerdos yo voy a estar,
cuando en un sueño, a mi me donaron, lo suficiente para comprar,
un pollo frito que me provoca, y algunas cosas para mi hogar.
Porque mi vida es una trinchera, de falsa guerra que me hce gastar,
pues de económica, na' más el nombre,
un loco hombre que no sabe administrar,
a mi tierra un derrumbe les hizo su vida,
y mi pobre barriga, la fue a pagar.
¡Si tuviera 100 euros, de vez en cuando,
no estaría llorando, en vez de vivir,
más el subsistir, estoy procurando,
pues por un grupo de malos,
no voy a morir!
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