Complejo Nº 4: de Dafne - de Hamlet (se combinan por similitud, derivación...y porque quise darles un bono)


de Dafne.
Miedo de las jóvenes ante la sexualidad. Se le llama también "angustia de penetración". 
La ninfa Dafne, en la mitología griega, era perseguida por Apolo. En el momento en que el enamorado dios estaba punto de alcanzarla, la ninfa se transformó en laurel. 
En nuestro mundo actual, específicamente en Venezuela, conseguir ello es bien extraño. Si las hay y eso es loable. Hay muchas que luego de acaecido, con o sin consecuencia de hijos, enfermedad venérea o despecho con el repugnante vallenato, caen en la pregunta ¿por qué no me aguanté?, ¿qué estará pensando él de mi? 
Mientras el sujeto lo que piensa es “fue fácil”, "buscaré otra así aunque sea difícil de conseguir”. Aunque hay hombres que se dicen "toqué la gloria de manos de una diosa, que de corazón quiero sea mi esposa", o, "ha sido lo mas hermoso en mi vida ¿lo habré merecido realmente?".
Pero en el caso malo se pierde más que una virginidad, se pierde el respeto, pues aunque haya sido algo momentáneo, se debe quedar labrado en el alma por siempre, ya que fue un símbolo irrefutable de confianza. 
Es la falta de este elemento –confiar- el que crea este complejo y crea retrasos o en la vida sexual de la mujer o en su reproducción, formando un mar de dudas, lagrimas y el apresuramiento similar a quienes no se acomplejaron y no poseyeron angustia de penetración. 
El mito acá es la virginidad, me dijo una fémina, lo importante es cuidarse y que se sepa utilizar el título de una película “sensatez y sensibilidad”. Si vas a huir de alguien, debe ser de aquel que en ningún momento sientes, no te ve a los ojos, sólo toca ese tema y que en su vida personal no sale de andar en babia y creerse un Jhonny Bravo cualquiera. 
Ahí si te debes angustiar por ser penetrada en la bicha de batir charco por un pancho pistolas que tira a lo loco. Ojo, sin pecar de puritano, es tu decisión, sólo debes sentir la realidad y disfrutar el momento con alguien que lo disfrute como tú, no disfrutando de ti. 
Este miedo lo tuvo la chica Dafne, de Scooby Doo, aunque no sabemos a ciencia cierta si lo tuvo, ya que siempre se iba con Fred y Vilma, quien sabe si hacían un trío...y no de investigación.
¿me pasas la cabeza?
de Hamlet.
Vacilación para actuar debido a la duda, el escrúpulo y la meditación excesiva. El príncipe de Dinamarca de la obra de Shakespeare resulta el símbolo de la irresolución. 
Este complejo es propio de aquellos que no desean resolver sus problemas maritales o de noviazgo, de amistad o familia, laborales o comunales, de la manera más universal y útil que existe: Hablando. 
Vacilan por el qué dirán ó que pasará si no resulta. El no intentarlo se transforma en una frecuente. Sólo intentando algo se puede tener una idea real de qué va a resultar. 
Si es muy seguido que no resulte, entonces en definitiva, intenta otra cosa, pero esta vez, mejor y más pensada en la productividad, sin que implique dañar a alguien más, sólo beneficio colectivo. 
Ejemplo de indecisión, aquellos candidatos y candidatas que no tienen feeling y están acobardados de retirarse y ser complemento de quienes sí poseen verdadero arraigo, conocimiento y empatía. Esa indecisión es cobardía neta.

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