Siempre la perra gana

Once upon a time, se murió una persona afecta y nadie inmediato de su familia nos avisó. Luego, por un error, un conocido nos dio aviso. Nos indignamos pero no mucho, porque nos convencieron de que no nos indignáramos de una forma que sólo puede ser llamada hipnosis. Hasta me siento culpable de no haber sentido apagarse el Ki de ese señor. Discúlpame Son Gokú, te quedé mal. No me mates, por favor, Vegueta.

Pues bueno, de ser yo mal intencionado, hubiese sacado una mala conclusión, pero como soy adorable y metódico y sexy, -ya ustedes lo sabían-, busqué la forma más salomónica de dilucidar el porqué no se nos informó a tiempo. Las opciones eran.

1.- NO QUERÍAN HACERNOS SENTIR MAL.
2.- POR EL FRAGOR DEL ASUNTO, NO NOS AVISARON.
3.- SE LES OLVIDÓ.
4.- NO TENÍAN CÓMO COMUNICARSE CON NOSOTROS.
5.- NO LES DIO LA PERRA GANA.

El método científico aplicado aquí es el siguiente:
1.- Sin sentido: Igual, cuando nos enteráramos, nos íbamos a sentir mal.
2.- Comprensible:Pero, ¿y luego?, ¿o acaso no nos querían hacer sentir mal por la tardanza?, hay que hacerlo, igualmente, luego.
3.- Factible, pero: Vean la 2.
4.- Este...: Ni ellos ni nosotros vivimos en un domo, estamos cerca, aunque parece que estamos lejos.
5.- Bingo: Igual luego nos enteráramos o no, no lo íbamos a revivir y nos beberíamos el café o qué sé yo.

Lo cierto, es que cuando no hay ganas, la perra gana, siempre gana.

No hay comentarios.:

Entradas populares